Una innovadora pintura natural, creada en el Caribe colombiano, ha sido reconocida oficialmente con la patente de invención N.º 51345, otorgada por la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia, en un hito que resalta el potencial científico y ambiental de la región. El desarrollo ha despertado gran interés en comunidades académicas, ambientales y sociales del país, por su enfoque sostenible, su funcionalidad práctica y su origen en saberes tradicionales y científicos locales.

Ciencia para enfrentar retos ambientales

El inventor detrás de esta creación es el doctor José Manuel Martínez Gil, oriundo del corregimiento de Sampués, municipio de Aracataca (Magdalena), quien lideró el proyecto en el marco de una alianza académica entre la Universidad del Atlántico y la Universidad de La Guajira.

El producto, denominado por sus creadores como una pintura multifuncional ecológica y repelente, se elabora a partir de extractos naturales de ajo (Allium sativum), ají picante (Capsicum annuum), pimienta negra (Piper nigrum), matarratón (Gliricidia sepium) y neem (Azadirachta indica). Gracias a esta formulación, no solo actúa como una pintura decorativa, sino también como un repelente natural contra animales de nariz fría como serpientes y roedores, sin representar ningún riesgo para los humanos.

Pensada para comunidades en riesgo

Pero más allá de sus propiedades ecológicas, el doctor Martínez Gil explicó que la creación tuvo un objetivo social y ambiental desde su origen.

“Esta pintura surgió con el fin de darle solución al fenómeno de las inundaciones que se presentan en las comunidades asentadas en ciénagas y cerca de ríos. La idea fue fabricar un material apto para la construcción de casas, especialmente flotantes, donde resulta indispensable una densidad extremadamente baja, alta resistencia a la flexión y la compresión, además de otras características como baja inflamabilidad, autoextinción, y resistencia al agua, alcohol, agentes ácidos y alcalinos”, detalló el investigador.

Esta visión integradora convierte la pintura no solo en un producto estético y funcional, sino también en una herramienta de adaptación al cambio climático y a las condiciones vulnerables que enfrentan muchas comunidades rurales del país.

Reconocimiento a la innovación del Caribe

La patente, válida por 20 años (desde el 24 de septiembre de 2021 hasta el 24 de septiembre de 2041), reconoce el carácter innovador, el nivel inventivo y la aplicabilidad industrial del desarrollo. También pone en alto el nombre del Caribe colombiano como un territorio fértil para la ciencia y la innovación con sentido social y ambiental.

El logro representa un hito para las universidades involucradas, y al mismo tiempo, un motivo de orgullo para el departamento del Magdalena, al exaltar la capacidad intelectual de sus hijos y el compromiso con soluciones sostenibles para el país.

Martínez Gil, con una reconocida trayectoria en la investigación de productos naturales, continúa enfocando sus esfuerzos en generar tecnologías amigables con el medio ambiente y aplicables en contextos reales, como parte de su compromiso con la salud pública, la conservación ambiental y el desarrollo social.

Con esta invención, el Caribe no solo aporta a la ciencia nacional, sino que también propone soluciones concretas a los desafíos que enfrentan muchas comunidades en Colombia.