Durante la jornada, el superintendente Felipe Durán Carrón revisó junto a la Essmar las acciones de mantenimiento en el sistema de acueducto y alcantarillado, así como en las estaciones de bombeo de aguas residuales. Estas labores se suman a inversiones que superan los $55 mil millones, entre ellas la conducción de El Roble, la optimización de la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) Mamatoco y la modernización electromecánica de la red, que permitirán aumentar la disponibilidad y confiabilidad del servicio.

La construcción de la planta desalinizadora fue destacada como una solución estratégica para atender la creciente demanda de agua en la ciudad, estimada en más de 500 mil habitantes. Con este proyecto, se busca aprovechar el agua de mar como fuente inagotable, reducir la dependencia de los ríos y garantizar resiliencia frente a los efectos del cambio climático y las épocas de sequía.

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De manera complementaria, se proyecta otra planta en el corregimiento de Taganga, con capacidad de 150 litros por segundo, que beneficiará tanto a sus habitantes como a comunidades vecinas. Estas obras hacen parte de la ruta definida por el Gobierno Nacional para ofrecer una respuesta estructural y definitiva a los problemas históricos de desabastecimiento en Santa Marta.

“El compromiso es culminar de manera eficiente los procesos en marcha y avanzar en nuevas soluciones como la planta desalinizadora, en cumplimiento de las directrices presidenciales y el Plan Nacional de Desarrollo”, señaló el superintendente Felipe Durán Carrón. Con ello, la Superservicios reafirma su acompañamiento y vigilancia a la Essmar para que la ciudad cuente con un servicio de agua continua, eficiente y de calidad.