El inusitado e inexplicable comportamiento en los precios de la energía en bolsa de los últimos meses, genera preocupaciones por los efectos que tendría para el consumidor final en sectores residenciales y productivos. Sin justificación técnica que sustente las alzas, se podrían presentar distorsiones en el mercado eléctrico con operaciones especulativas nada convenientes en medio de la actual crisis energética. Un fenómeno, cada vez más frecuente, que deja en entredicho el funcionamiento del sistema de fijación de precios en bolsa y plantea serias dudas sobre su transparencia y equidad.
Para entrar en contexto, debemos recordar que después del apagón de inicio de los años 90, se realizó una modernización del sector energético, concebida para restaurar la confianza, abrir el sector a la competencia, y atraer la inversión privada nacional y extranjera, fue así que nació la Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg, se creó el cargo por confiabilidad y se abrieron las más jugosas fuentes de manipulación del mercado a través de la llamada bolsa de energía, que lleva más de tres décadas sometiéndonos al lastre de la especulación.
Año tras año, el mercado mayorista se ha convertido en un campo de batalla especulativa, que no hace más que socavar la confianza de un sistema que debería priorizar el suministro estable y asequible de un bien esencial. Aun cuando los niveles de los embalses son favorables y mantienen la media histórica, la presión al alza de los precios de energía en bolsa por parte de los generadores hidráulicos no ha tenido contemplaciones. Desde junio, el precio máximo al que se cotiza la energía en bolsa ha venido en un aumento con picos de $2.224 del kilovatio-hora, KwH, y $2.218 KwH entre el 14 y 18 de agosto. En el último informe del mes de agosto, emitido por el operador del mercado, XM, el precio en bolsa alcanzó en promedio los $251,45/kWh, un aumento de más del 80 % respecto al mes anterior ($138,36/kWh).
A la luz de cualquier teoría macroeconómica resulta inexplicable e indefendible estos incrementos. Esta desconexión revela una dinámica perversa de actores del mercado, quienes aprovechando la coyuntura de incertidumbre energética nacional y de vigilancia y control, están pescando en río revuelto para imponer precios artificialmente elevados. Se les ha vuelto costumbre manejar la generación hidráulica a sus anchas, para manipular las tarifas de la bolsa, lucrarse de fenómenos especulativos, sin importar la afectación que causan al bolsillo de los sectores más vulnerables de la población que son las familias pobres.
La falta de una intervención firme por parte de los reguladores, así como la opacidad del sistema de formación de precios, ha permitido a las generadoras imponer condiciones abusivas, aprovechando sus posiciones dominantes para maximizar beneficios sin aportar valor real al sistema. El Gobierno Nacional debe frenar esta falta de control en los precios de la energía eléctrica; la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (Superservicios), el Ministerio de Minas y Energía y la Creg, deben investigar y aclarar si se está presentando o no un fenómeno de especulación con los precios de la energía en bolsa.
*Senador de la República