En sesión de control político, la corporación escuchó al secretario de Movilidad, Fidel Castro, quien expuso los avances, dificultades y medidas implementadas para mejorar la seguridad vial, la semaforización, la señalización y el control del tráfico en la ciudad.
El Concejo Distrital de Santa Marta instaló este martes un debate de control político con el propósito de conocer los avances reales en materia de movilidad, revisar los pendientes en infraestructura vial y evaluar la efectividad de las medidas adoptadas por la administración en los últimos meses.
La concejal Alejandra Santos instaló el debate recordando que la proposición 382 busca conocer “qué avances reales ha tenido la ciudad desde el último debate”, así como identificar los vacíos en infraestructura, señalización, seguridad vial y actualización del plan de movilidad.
Explicó que el cuestionario radicado el 28 de octubre tenía como objetivo establecer el estado de la infraestructura en zonas escolares, turísticas y de alto flujo vehicular, así como los criterios de instalación de reductores, pasos peatonales y señalización. “Lo que buscamos —dijo— es tener una radiografía clara de los avances y desafíos que enfrenta Santa Marta en materia de movilidad”.
Le puede interesar: Hoy martes el clima en Santa Marta tendrá una mañana mayormente soleada, con temperaturas que comienzan cerca de los 26 °C
Secretaría expone planes, cifras y dificultades estructurales
El secretario de Movilidad, Fidel Castro, inició agradeciendo el espacio y resaltó que el Distrito cuenta con nuevos instrumentos de planificación: el Plan de Seguridad Vial 2024–2031 y el Plan de Gestión de Velocidad, adoptado por decreto. Además, anunció que se avanza en la actualización del Plan de Movilidad Urbana, vigente desde 2017.
Sobre semaforización, explicó que la ciudad pasó de una repotenciación parcial a una renovación total de los equipos, debido al aumento del flujo vehicular —entre 120.000 y 130.000 vehículos diarios— y la insuficiencia de la red semafórica anterior. Señaló que ya fueron instalados nuevos semáforos en Los Olivos, la entrada a Primero de Mayo y el sector de las bodegas Donado, y que se proyecta la instalación de dos más.
Castro destacó que entre 2024 y 2025 la inversión en señalización horizontal, vertical y reductores de velocidad superó los $1.600 millones. No obstante, informó que la demanda supera la capacidad instalada, pues cada semana llegan nuevos requerimientos de barrios y comunidades.
Zonas escolares: una tarea pendiente que avanza
El funcionario reconoció que, al inicio del gobierno, ninguna institución educativa contaba con plan de manejo de tráfico, a pesar de ser una obligación legal. Hoy, dijo, se trabaja colegio por colegio en pedagogía, señalización y la instalación de reductores.
“El objetivo es garantizar la seguridad vial de los estudiantes. Si bien esto ralentiza la movilidad, la vida está por encima de la velocidad”, recalcó.
Troncal del Caribe, el punto más crítico de siniestralidad
Uno de los temas más sensibles del debate fue la siniestralidad vial. Según Castro, el corredor más peligroso sigue siendo la Troncal del Caribe, donde confluyen la falta de señalización, la oscuridad, la ausencia de diseños seguros y el exceso de velocidad.
“Lo máximo que podemos hacer allí es regulación; no nos permiten intervenir porque es una vía concesionada y de competencia departamental”, explicó. Añadió que, pese a los esfuerzos, la conducta de los actores viales es el principal detonante de accidentes.
En otros sectores priorizados —como Los Olivos, Alcalá, Bastidas y la calle 30— la instalación de reductores y semáforos permitió disminuir la accidentalidad. Castro insistió en que las medidas son impopulares, pero necesarias.
Santa Marta reduce siniestralidad en 15 %, pero persisten riesgos
El secretario destacó que Santa Marta pasó de ser la ciudad capital con más siniestros en 2024, a ubicarse en el tercer lugar en reducción de accidentalidad en 2025, con una disminución de casi el 15 %. “En vidas humanas eso es muchísimo”, dijo.
Sin embargo, alertó que el exceso de velocidad sigue siendo el factor determinante en la mayoría de los casos.
Pico y placa: una medida por la falta de vías, no por ambiente
Castro defendió el esquema de pico y placa, incluyendo su ampliación para motocicletas y la vigencia para vehículos híbridos. Argumentó que la ciudad no cuenta con las vías suficientes para soportar la demanda actual.
“El pico y placa aquí no es ambiental, sino por escasez de malla vial”, afirmó, explicando que en una intersección semaforizada circulan más de 1.200 vehículos cada media hora.
Turismo y transporte: coordinación obligatoria
Frente al aumento del turismo y la llegada de cruceros, la Secretaría coordina rutas, horarios y puntos de embarque con prestadores de servicios turísticos y de transporte colectivo, en especial para vehículos de más de 24 pasajeros. Aseguró que no se trata de persecución, sino de garantizar orden y movilidad.
Llamado a la conciencia ciudadana
Durante su intervención, Castro insistió en que parte del problema radica en el comportamiento de conductores y peatones.
“El peor enemigo de la movilidad es la falta de cultura vial. Aunque instalemos reductores o hagamos regulaciones, si la gente no respeta, nada avanza”, señaló.