El Strong Challenge 2025 dejó momentos memorables, pero pocos tan especiales como la historia de Mitchelle Fuentes Rodríguez y William David Galán Barón, una pareja que no solo comparte vida desde hace dos años, sino también la pasión por el crossfit. Se conocieron entre barras, discos y entrenamientos intensos, y hoy celebran un triunfo doble: campeones en la categoría Intermedio Grupos y campeones como equipo de vida.

Competir juntos no siempre es fácil, admiten entre risas. “No es que sea más sencillo, pero nos entendemos perfectamente”, cuenta William. La coordinación, la comunicación y el conocimiento mutuo son claves en cada workout. Sin embargo, también está el reto de separar la pareja del desempeño deportivo: “Cuando ella me dice que algo lo estoy haciendo mal, a veces lo llevo a lo personal”, confiesa él, entre bromas. Pero es justamente ese equilibrio —entre amor, exigencia y respeto— lo que los fortalece.

Mitchelle destaca lo que más admira de su compañero: “William es perseverante, optimista y muy tranquilo. Entiende los procesos, me aterriza cuando voy muy acelerada”.
Él, por su parte, reconoce su admiración profunda por ella: “Su energía es increíble. Si algo no le sale, lo intenta una, dos, tres, cuatro veces… hasta que lo logra. Es demasiado persistente”.

Aunque entrenan por separado, cuando llega el momento de competir “ya todo fluye solo”. Cada sincronización, cada estrategia y cada repaso en casa los conecta aún más.

Hoy celebran una medalla, pero sobre todo, la certeza de que cuando dos personas comparten disciplina, pasión y amor, no hay workout imposible.