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Las preocupaciones de los miembros de la carrera diplomática

Las preocupaciones de los miembros de la carrera diplomática

Por Andrés Felipe Suárez

Una gran cantidad de errores viene cometiendo el presidente Gustavo Petro en el manejo de las relaciones internacionales del país y de ello hace parte la forma como administra las embajadas y cónsules que representan a Colombia en el mundo.

Así lo advierten miembros de la carrera diplomática que cuestionan el efecto que tendrá para el futuro eliminar requisitos para nombrar embajadores y cónsules que representan a Colombia en el exterior, sumado a lo que ya se viene dando de contrataciones a dedo y de personas con intereses políticos.

Colprensa habló con los presidentes de la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo) y la Asociación Diplomática y Consular de Colombia (Asodiplo), quienes advirtieron cómo estas decisiones están dejando al lado al país de procesos internacionales que traerían grandes beneficios económicos y de inversión.

El gobierno Petro busca eliminar el requisito del inglés para ser embajador y cónsul, pero también otros requisitos para ser nombrado en estos cargos. Con este cambio, solo bastaría tener nacionalidad colombiana por nacimiento y tener 25 años, incluso sin ser bachiller.

Aunque el presidente Petro ha insistido en que esta decisión es incluyente en la medida de que cualquier «hijo de campesino” podría ser representante de Colombia en el exterior, lo cierto es que abre una peligrosa puerta para que presidentes puedan “nombrar a dedo” a quienes quieran y desmejorar la cara de Colombia en el exterior.

“Definitivamente, con esta práctica es peor la cura que la enfermedad. ¿Qué diplomacia queremos tener en el exterior? Una diplomacia preparada y con experiencia que proyecte positivamente la imagen de Colombia en el exterior o una que simplemente defienda los intereses de los gobiernos”, cuestiona Camilo Viscaya, presidente de Unidiplo.

Señalan los representantes del cuerpo diplomático en Colombia que esta errática decisión del gobierno se entiende en su gravedad en dos puntos importantes: el nombramiento a dedo sin experiencia y el  retroceso institucional que significa y que terminaría afectando las relaciones con otros países.

El primero se explica por sí solo: ya sin tener requisitos obligatorios para cumplir, el presidente puede nombrar al que quiera como embajador. Esto le daría mucho poder de representación y toma de decisiones a personas con nula experiencia, direccionados a la búsqueda de intereses particulares.

Ya se han visto casos como los del embajador de Nicaragua que ayudó a la fuga del exdirector del Dapre, Carlos Ramón González, buscado por el escándalo de la UNGRD; o el del cónsul en México, Andrés Hernández acusado de estafa, misoginia y acoso laboral, que, pese a ya no estar en su cargo, siguen afectando la credibilidad de Colombia en el exterior.

“Hemos recibido esas quejas y sabemos que hay procesos abiertos por la oficina de control interno y la Procuraduría. Hechos como los que pasaron en México como escándalos que han sucedido hace ruido en la representación colombiana e impide que nos miren como un país potencia regional, como un país de oportunidades y que viene a contribuir en las dinámicas geopolíticas multilaterales”, señala Viscaya.

Advierten además que esta decisión de eliminar los requisitos podría aumentar la contratación en las próximas semanas: “Esto en un ambiente preelectoral y ad-portas de la ley de garantías abre la puerta para que haya nombramiento de personas no idóneas en las próximas semanas ya que este decreto sea sancionado antes de enero”, advierte Julián Silva, presidente de Asodiplo.

AISLARNOS DEL MUNDO, DISCRIMINACIONES Y MÁS DERROCHE DEL GASTO

La decisión del presidente Petro de eliminar los requisitos para nombrar embajadores y cónsules abre otro abanico de consecuencias mucho más grave, que dejaría al país con menos opciones de dialogo con otros países, aislarse del mundo y hasta aumentar los gastos en medio de una crisis fiscal.

Desde la Asociación Diplomática y Consular de Colombia insisten en que actualmente hay más de 90 embajadores de carrera en la Cancillería que podrían asumir esas jefaturas, pero que solo están siendo utilizados 30. Sumado a esta decisión, pone en riesgo el crecimiento del país en el mundo y la atención de millones de connacionales que están en el exterior.

“Nos preocupa que esos nombramientos van a ser personas que van a tener que lidiar con unos momentos bastante complicados en materia de política exterior para el país. El actual contexto internacional difícilmente va a ser amable con un embajador que no tenga bases mínimas para cumplir con las funciones que se le están delegando en los actos administrativos”, señala Julián Silva.

Si le sumamos un embajador de Colombia en cualquier país, que no cuente con la experiencia ni los estudios diplomáticos, y que además no hable inglés, pues queda totalmente excluido y aislado de las reuniones importantes con otros diplomáticos, no podrá tomar decisiones en materia de inversión, de visas o de cooperación, etc.

Además, al no saber otro idioma será necesario contratar traductores y eso aumentaría el gasto de un país que actualmente pasa por una crisis fiscal. Incluso, explican desde Asodiplo y Unidiplo que ni con traductores se podría contrarrestar esta situación, ya que muchas reuniones se hacen solo entre embajadores, formal y en espacios donde ni siquiera un traductor puede entrar por lo delicado de los temas a tratar.

No solo el presidente incumple la promesa de campaña de tener un 50% de los embajadores de Carrera, sino que estigmatiza el servicio exterior, desmejora el manejo de las relaciones internacionales y el país corre el riesgo de que llegue embajadores que trabajen más por interés privados que por beneficios para los colombianos.

Tanto Asodiplo y Unidiplo han señalado que han hecho un ejercicio de control frente a los requisitos que deberían cumplir los embajadores en su formación profesional que nombra el presidente y que deberían estar certificados, pero que el mandatario y la presidencia, lejos de explicar y atender los requerimientos, los han estigmatizado de ser “de la alta sociedad” solo por hacer un control en los nombramientos públicos.

“Tenemos reportes sobre actitudes discriminatorias de algunos funcionarios nombrados por el gobierno que piden que les saquen a las personas de carrera consular de las oficinas. Es muy preocupante porque no solo llegan embajadores o cónsules sin experiencia que sacan a los pocos que si tienen experiencia, sino que también el país tendrá embajadas que serán manejadas por personas que no tienen los elementos para ejercer una representación efectiva”, cuestiona el presidente de Asodiplo.

“Lamentablemente sentimos que se nos ha estigmatizado de manera injusta, se nos ha tratado de ser parte de la elite cuando somos todo lo contrario. Hemos ingresado al servicio exterior a través del mérito y libres de lo que ha Colombia ya no le gusta, que es la palanca y la rosca”, agrega Camilo Viscaya, presidente de Unidiplo.

Y de esta forma el gobierno crea embajadas sin sentido y aumenta el gasto público, pero al mismo tiempo le cierra la oportunidad al país de tener diálogos y encuentros de nivel con otros países potencia, al nombrar embajadores a dedo, sin experiencia y con intereses políticos de fondo.

BOGOTÁ, (Colprensa).


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Fecha de Publicación: viernes, 12 de diciembre del 2025


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