El sol se ocultó lentamente en la Bahía más Linda de América, regalando una postal marcada por tonos cálidos, mar en calma y una atmósfera de serenidad.
Con un bello atardecer, Santa Marta cerró este día frente al mar Caribe, en una escena que volvió a exaltar la majestuosidad natural de la Bahía más Linda de América. En el horizonte, un intenso rojizo se fundió con los últimos destellos del sol, mientras el cielo transitaba hacia tonos azulados que anunciaban la llegada de la noche.
Las olas suaves acompañaron el final de la jornada, dibujando un paisaje tranquilo y armónico que contrastó con la intensidad de los colores reflejados sobre el mar. La brisa marina y el vaivén constante del agua completaron una postal que cautivó a residentes y visitantes.
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Este espectáculo natural, característico de la capital del Magdalena, reafirma por qué Santa Marta continúa siendo un referente paisajístico del Caribe colombiano, donde cada atardecer se convierte en un ritual silencioso que marca el cierre del día.