Historia de un milagro: así fueron rescatados tío y sobrina tras permanecer 12 horas a la deriva en el mar
Carlos y Mía salieron en una moto acuática desde El Rodadero, pero esta se volcó y permanecieron diez horas desaparecidos en el mar.
Un verdadero milagro se registró en Santa Marta en la mañana de este martes 18 de febrero, tras encontrar con vida a Carlos Augusto Rojas Franco y Mía Londoño, tío y sobrina, ambos turistas provenientes desde Boston, Estados Unidos, quienes salieron desde las 4 de la tarde a dar un paseo en moto acuática y tras sufrir un percance terminaron a la deriva por más de 10 horas en el mar.
La angustia embargó a familiares durante toda la noche del lunes y la madrugada del martes, sentimiento que crecía con el pasar de las horas cuando no habían resultados de las autoridades marítimas que al igual que funcionarios de la administración Distrital, uniformados de la Policía, miembros del Cuerpo de Bomberos y pescadores de la zona, no durmieron en la incansable búsqueda.
Sin embargo, la fe de una madre y toda una familia, quien tampoco durmió y en oración elevó sus suplicas toda la madrugada a la orilla del mar a la espera de una buena noticia, vieron ocurrir el milagro de Dios. El teléfono sonó a las 7 de la mañana para dar aviso, que Mía y su tío habían sido encontrados con vida.
“Esto es un milagro de Dios, nosotros no teníamos esperanza, todos decían ya no están vivos, deben estar muertos, la mamá de la niña decía que tenía mucha fe en Dios, que ella oraba porque sabía que iban aparecer” contó un empresario del turismo samario, quien fue mar adentro desde la noche del lunes en la búsqueda.
Fue un joven pescador residente en el barrio La Tenería, identificado como Jorge Luis Nuñez, también conocido como ‘El Nene’, quien salió como todos los días en su bote a su faena y sin saber de la desaparición, como si fuese un enviando del cielo encontró flotando a poco más de 3 millas náuticas del morro a tío y sobrina tras escuchar los fuertes gritos de auxilio.
“Escucho que me llaman y cuando miro veo dos cabecitas, dos personas, me devolví y enseguida los recogí. Sentía felicidad porque la niña decía ‘Me encontré a Dios, me encontré a Dios’, ellos estaban perdidos, muy nerviosos y desesperados” detalló Jorge Luis, sobre el momento del hallazgo.
Satisfecho por salvar la vida de dos personas, ‘El Nene’ también cree ser un enviado de Dios, puesto que asegura desconocía de la noticia porque se durmió temprano para iniciar su faena como todos los días a las 5 de la mañana. “En un mar tan grande encontrar dos personas es difícil, Dios mandó que cogiera por ese lado, ese no fui yo”.
Este caso que mantuvo a la expectativa a toda Santa Marta hasta la mañana de este martes, ha sido calificado como un milagro, ya que según las autoridades la moto acuática se habría volcado y Carlos Augusto y su sobrina quedaron a la deriva con chalecos puestos, mientras el oleaje de más de 3 metros y la brisa los arrastraban mar adentro, sin embargo mantuvieron la misma fe y esperanza que sus familiares de que iban a ser encontrados.
De acuerdo a lo manifestado por el secretario de Gobierno, Camilo George, quien acompañó toda la madrugada a la familia, hubo un momento que alteró la tranquilidad y fue el aviso a las 6:30 de la mañana del hallazgo del ‘JetSky’, en perfectas condiciones, pero sin los desaparecidos, pero minutos más tarde, el pescador que los rescató realizó la llamada sobre la aparición con vida para luego llevarlos a tierra firme.
Conmovido por lo sucedido y tras vivir minuto a minuto el desespero de esta familia, el funcionario aseguró que lo ocurrido además de ser un milagro deja una gran lección “el amor de madre puede más, la señora Ana nos dio una enseñanza de tranquilidad, de que la esperanza es lo último que se pierde”.
Carlos Augusto Rojas Francos de 43 años y Mía Londoño de 9 años de edad, tras recibir atención médica ya se encuentran junto a su familia en el hotel donde se encuentran hospedados, celebrando junto a sus familiares la vida y una nueva oportunidad que Dios les concedió y que podrán contar como un hecho milagroso durante el resto de su existencia.