Santa Marta, una ciudad que ha sido testigo de un creciente deterioro ambiental, acaba de sufrir otro golpe a su ecosistema. En un lamentable incidente, fue hallado un mueble tirado en el río Manzanares, junto a una gran cantidad de desechos plásticos y residuos de todo tipo, que siguen afectando la flora y fauna del lugar.

Este hecho es solo un ejemplo más de la falta de conciencia ciudadana que impera en la ciudad y que se traduce en una constante violación de las normativas ambientales.

Los vecinos del sector y diversas autoridades ya han denunciado esta situación, destacando que este tipo de hechos no son aislados, sino que ocurren con frecuencia en varios puntos de Santa Marta.

Los basureros improvisados en las calles y los desechos arrojados sin control son una constante en muchos sectores de la ciudad. Lo peor de todo es que, aunque las autoridades encargadas del medio ambiente se esfuerzan por hacer frente a la situación, la verdadera solución radica en un cambio profundo en la mentalidad de los ciudadanos.

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La irresponsabilidad de algunos, que sin escrúpulos arrojan cualquier tipo de basura a la calle y al río, está afectando gravemente los ecosistemas locales y contribuyendo al colapso del entorno natural.

Se le hace un llamado urgente a la comunidad para que tomen conciencia y respeten los espacios públicos, mientras que las autoridades deben reforzar los programas de educación ambiental y sancionar de manera más estricta a los infractores.