Recordó una conversación con su padre al inicio de su carrera, cuando dudaba si lanzar una balada pop en plena era del reguetón.
Sebastián Yatra abre las puertas de su mundo interior con ‘Milagro’, su cuarto álbum de estudio, en el que abraza lo cotidiano, las bendiciones y en el que, según dijo en entrevista con EFE, decidió mostrarse tal y como es.
“El que lo escuche me va a conocer mejor. Yo no me limito. En las canciones está mi vida”, afirmó el artista colombiano de 30 años.
A través de las 17 canciones del disco, muchas guiadas por la guitarra y arreglos minimalistas, expone emociones, recuerdos y vínculos familiares, como el que lo une a su padre, quien participa en el cierre del álbum.
Lejos de la fusión estilística de su anterior trabajo, ‘Dharma’ (2002), Yatra presenta en ‘Milagro’ un viaje emocional que, según él, nace de “la forma más sincera y natural” de contar historias.
Le puede interesar: ‘Barras bravas’ no entrarán al ‘Sierra Nevada’
“Yo naturalmente voy mucho hacia la guitarra en las producciones pop, y en este disco hay muchas guitarras, muchas canciones que solo necesitan eso para que el corazón se escuche”, indicó.
Uno de los momentos más íntimos del disco llega en ‘El final que soñábamos’, una balada nacida en su casa familiar en Medellín y producida junto a su primo Esteban Obando, pianista y productor formado en Berklee.
“Nunca habíamos hecho algo juntos, pero siempre fue una inspiración para mí”, explicó Yatra.
Pero si hay una pieza que resume la esencia del disco, es ‘Óleo de mujer con sombrero’, tema de cierre interpretado junto a su padre. La canción, una adaptación del clásico de Silvio Rodríguez, cobra un sentido especial para Yatra.
Ante la pregunta de si le tocó convencerlo para que cantara con él, la respuesta fue un rotundo no. “Mi papá es un corazón con patas. Por sus hijos hace cualquier cosa. Toca la guitarra y canta en la canción, y yo ahí casi que sobro. Me encantaría que grabara más, para tenerlo siempre”.