La urbanización Vida Nueva, ubicada al sur del municipio de Ciénaga, Magdalena, fue escenario de una noche marcada por la violencia cuando un ataque armado dejó dos personas sin vida en plena vía pública.

Las víctimas fueron identificadas por la comunidad como Yeison Rafael Figueroa, de 40 años, y Roberto José Pacheco Escorcia, de 29 años, natural de Sabanalarga, Atlántico, cuyos cuerpos quedaron tendidos a un lado del canal de Maracaibo, y aunque la comunidad intentó auxiliarlos no presentaban signos vitales. Según la comunidad, ambos se dedicaban a los oficios varios y en el momento del ataque se encontraban conversando con otras personas.

El trágico suceso ocurrió en la noche del viernes, mientras un grupo de personas se encontraba reunido en el sector. Testigos relataron que dos hombres a bordo de una motocicleta irrumpieron en el lugar y, sin previo aviso, el parrillero desenfundó un arma de fuego que sacó de la pretina de su pantalón, disparando contra las víctimas que murieron en el acto.

La serie de detonaciones alertó a los vecinos que al salir de sus viviendas para verificar lo ocurrido, encontraron los cuerpos baleados en inmediaciones de uno de los canales de aguas negras que atraviesa la zona. Tras haber cumplido su objetivo, los pistoleros se marcharon del lugar a toda velocidad, sin dejar rastro.

El hallazgo fue reportado de inmediato a personal del Tercer Distrito de la Policía, quienes acudieron al lugar, acordonaron la escena del crimen y desplegaron un fuerte operativo en los alrededores con el fin de recopilar evidencia y garantizar la seguridad de la comunidad. Al cierre de esta edición no se habían reportado capturas relacionadas con este doble homicidio que volvió a sacudir la tranquilidad  del municipio.

Posteriormente, al lugar arribó una comisión del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación, que ejecutó la inspección de los cuerpos y los trasladó a la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde se les practicó la necropsia de rigor a tempranas horas de ayer antes de ser regresados a sus seres queridos que en medio del dolor por el lamentable hecho exigieron justicia ante la creciente ola de violencia que afecta a la comunidad.