Jairo de Jesús Pérez Molina, de 77 años, fue hallado sin vida al interior de su vivienda en el barrio Tayrona, al nororiente de la ciudad. De acuerdo con las autoridades, el adulto mayor habría tomado la decisión de quitarse la vida, presuntamente agobiado por una enfermedad que venía afectando su estado emocional.

El hallazgo se produjo cuando sus familiares, al notar su prolongada ausencia, lo buscaron en una de las habitaciones y encontraron su cuerpo suspendido de una cuerda atada a una viga de madera. Aunque intentaron auxiliarlo, ya no presentaba signos vitales.

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Según allegados, Pérez Molina padecía artrosis y, desde hacía algún tiempo, mostraba signos de depresión. Durante años se desempeñó como técnico de refrigeración y era conocido por su carácter alegre, que se había deteriorado con el avance de la enfermedad.

Al lugar acudieron unidades del cuadrante y del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, que realizaron el levantamiento del cuerpo y su traslado a la morgue de Medicina Legal.