En tiempos marcados por la explotación de los recursos y el olvido de la casa común, el campesinado es signo de esperanza, enseñando con su vida el valor de la sencillez, el respeto y la armonía con la naturaleza.
En el marco del Año Jubilar, la Diócesis de Santa Marta a través del Secretariado de Pastoral Social, celebra el Jubileo del Campesino, el 7 de junio en el Santuario Mariano Nuestra Señora de Fátima, celebrará un encuentro comunitario, que reconoce el papel fundamental del campesinado en la historia de la salvación y en la lucha actual contra el hambre y la crisis ambiental.
Según el P. Harold Tejada, director de Pastoral Social, “los campesinos y agricultores ocupan un lugar privilegiado en el designio de Dios como custodios de la creación. Su contacto íntimo con la tierra, el ritmo de las estaciones y el milagro cotidiano del brotar de la semilla los convierte en testigos de la fidelidad del Creador”.
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Por ello la labor silenciosa de los campesinos es indispensable, no solo alimenta al mundo, sino que refleja una profunda dimensión espiritual: cada cosecha es un acto de gratitud por los dones de Dios. En tiempos marcados por la explotación de los recursos y el olvido de la casa común, el campesinado es signo de esperanza, enseñando con su vida el valor de la sencillez, el respeto y la armonía con la naturaleza.
El Jubileo, presidido por Monseñor José Mario Bacci T. cjm, incluye la celebración de la Eucaristía, una peregrinación simbólica por la dignidad del trabajo rural y la Feria Campesina, donde se exaltan los productos del campo a precios justos. También se realizará el taller “Campesino, artesano de vida y fe en Dios”, a cargo del ingeniero agrónomo Rafael Pacheco Cabana.
Este evento además de ser un momento de agradecimiento, también se convierte en un llamado profético: los campesinos son quienes, con su resistencia y fidelidad a la tierra, enfrentan la lógica destructiva de una economía basada en el lucro. Son guardianes de una economía más humana, más solidaria, más justa.
Invitamos a toda la comunidad a participar, apoyar y caminar juntos hacia una cultura del cuidado, donde todos puedan gozar de los frutos de la madre tierra.