Más de 3.000 empleos se pierden en el Magdalena
Las redes criminales dedicadas a la extorsión y la comisión de hechos delictivos han ocasionado que empresas multinacionales decidan cerrar sus puertas y terminar sus operaciones en varios municipios del Magdalena por temor a las amenazas contra ellos, sus familias y empleados, así lo denunció el director ejecutivo de Fedemaderas.
El miedo a los actos delictivos y de la alteración de orden público deja como resultado 15.000 mil hectáreas de plantaciones forestales y obras claves como la construcción de la cárcel de San Ángel y la vía Monterrubio quedarán paralizadas, incluso en zonas rurales del Magdalena como Plato, Pivijay, Chibolo y San Ángel. Las lecherías y ganaderías también han detenido sus actividades por temor a represalias.
El director ejecutivo del gremio Juan Miguel Vásquez Súarez dejó entrever que por cuenta de las amenazas, expresiones y otros hechos de violencia que vienen en aumento, “Las operaciones han tenido que ser suspendidas para proteger la seguridad física tanto de los trabajadores como colaboradores de las empresas. Más de 300 empleos directos se ven perjudicados. Hay más de 1.000 empleos perdidos. Esto afecta a la comunidad y a mucha gente”, denunció.
Esta situación no sólo deja a más de 3.000 familiares sin poder recibir sustento diario, sino que “paraliza proyectos sociales que con compromiso las empresas veníamos reputando en la región y cuyo principal beneficiario es la sociedad que deja de recibir beneficios en materia de infraestructura vial y centros de salud”, puntualizó Vásquez Suárez.