Esta construcción en el antejardín de una clínica, ubicada en la intersección de la calle 24 con carrera 3A, del barrio El Prado, zona céntrica de la ciudad, el pasado 7 de marzo fue sellada por parte de la Secretaría de Gobierno de Santa Marta, pero para sorpresa de los denunciantes, este martes nuevamente reiniciaron los trabajos, con la diferencia que, lo que parece ser un kiosco, fue corrido unos centímetros y recostado a la pared del centro asistencial.

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Un hecho similar calificado como ‘burla’ con las autoridades ocurrió con las cafeterías que se han ‘robado’ el andén a solo una cuadra de allí, es decir, las ubicadas sobre la calle 23, entre las avenidas Campo Serrano y la Hernández Pardo, a estas se les suma la cancha de Paddle construida debajo del puente de las ‘Tres Cazuelas’, a un costado de la carretera Troncal del Caribe en Gaira. Estas fueron cerradas por orden administrativa, y seguidamente abiertas por sus propietarios, y más nadie les prestó atención. ¿Para qué la Vepcu hace el ‘parapeto’ de llegar y sellar obras por supuesta infracción si las va a dejar que las culminen? ¿Es eficiente la labor de los Vigías del Espacio Público y Control Urbano? ¿En qué se gastan el presupuesto?  ¿Entonces no es más rentable mejor ahorrarnos el presupuesto de esta unidad y dejar que los infractores de las zonas públicas sigan actuando sin ningún control? Fotos cortesía