Aunque la ampliación de la Calle 30 ha costado más de 400 mil millones de pesos, el sector aledaño al puente de la Carrera Quinta se encuentra en ruinas. Vecinos denuncian el deterioro, la inseguridad y el olvido de una obra que aún no se entrega por completo.
Escuchando el llamado de los lectores de EL INFORMADOR, este medio se trasladó hasta la Calle 30, en pleno barrio Manzanares, justo al lado de donde termina la Avenida Campo Serrano (Carrera Quinta), para constatar una situación preocupante: el abandono total de un sector que alguna vez fue anunciado como símbolo del desarrollo urbano de Santa Marta.
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Al recorrer la zona, se evidencia el deterioro del espacio público. Las casetas construidas para ser ocupadas por vendedores están en completo abandono: vandalizadas, destruidas, llenas de desechos y con partes de su estructura robadas.

Algunas de ellas conservan parte de su forma original, pero los vecinos temen que pronto corran la misma suerte de las que hoy son ruinas.
Este punto, que fue concebido como una pequeña plaza junto al río Manzanares, forma parte de la obra de ampliación y recuperación de la Calle 30, proyecto que ha representado una inversión de más de 400 mil millones de pesos, y que pese a ello aún no ha sido entregado en su totalidad.

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El panorama es desolador: escombros, desechos vegetales, bancas vandalizadas con grafitis y canecas violentadas son parte del paisaje. Además, el problema de seguridad agrava la situación. Los vecinos denuncian que en horas de la noche el sitio es ocupado por personas que consumen sustancias ilícitas, alterando la tranquilidad del sector y generando temor entre quienes residen en los alrededores.

“En las noches esto se convierte en una zona peligrosa. No hay vigilancia, y uno ve cómo la obra se está perdiendo. Es triste porque costó mucho dinero y hoy parece tierra de nadie”, expresó uno de los habitantes del barrio.

A esto se suman huecos en la superficie de la plaza, en donde se supone iban registros del sistema de agua. Con el paso del tiempo y la falta de mantenimiento, muchos de esos elementos se han desajustado o fueron hurtados por los llamados “amigos de lo ajeno”, representando además un riesgo para peatones y niños que transitan por la zona.
Todo este escenario ocurre a escasos metros del recién entregado Parque Lineal del Río Manzanares, una obra desarrollada por la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), que contrasta con el abandono del tramo vecino de la Calle 30.

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Llamado a las autoridades
El clamor de la comunidad es claro: que la Alcaldía Distrital de Santa Marta y su oferta institucional actúen de inmediato para recuperar este espacio público y proteger la inversión multimillonaria que allí se realizó.

Se hace un llamado a la Secretaría de Gobierno, el SETP, Promoción Social y la Secretaría de Seguridad, para que, en conjunto, implementen acciones de limpieza, vigilancia, mantenimiento y recuperación integral del lugar.
La comunidad pide que la Calle 30 deje de ser un ejemplo de abandono y vuelva a ser un espacio digno, seguro y funcional para todos los samarios.
