Las lluvias pasan; pero los damnificados quedan. Y eso ha sido una dura realidad a la que, con gestión y voluntad, el alcalde Carlos Pinedo Cuello le ha hecho frente.
Desde la ola invernal que golpeó a Santa Marta en el mes de agosto, la Alcaldía Distrital no ha escatimado esfuerzos para la atención a damnificados en la zona urbana y rural de esta capital.
Hoy, miles de samarios cuentan con nuevos enseres y electrodomésticos, que les han permitido un nuevo comienzo.
Este es el caso de Miledis Yanes Lanches, una lideresa del barrio Bastidas quien además es la fundadora de la Asociación Damas Púrpura, que brinda atención psicosocial y jurídica a mujeres víctimas de violencia.
Ella y su fundación, resultaron damnificadas del duro invierno que les dañó los pocos electrodomésticos que tenían y que les impedía desarrollar un servicio comunitario óptimo.
No obstante, el alcalde Carlos Pinedo Cuello en su reciente visita al barrio Bastidas, para la puesta en marcha de obras de pavimentación, llegó hasta la sede de la fundación, y se comprometió a gestionar ayudas. Dos días después, estas llegaron.
Con alegría y esperanza, Miledis y sus colaboradoras, recibieron una nevera y tres ventiladores que resultan vitales para su trabajo social. “Teníamos muchos años que no nos inundábamos; pero la última vez resultamos damnificados, el agua nos dañó muchos enseres y la casa en la que estábamos nos tocó entregarla. Se nos dañaron las maquinarias de oficina, computadores, la nevera y hoy estamos recibiendo el apoyo del señor alcalde Carlos Pinedo”, agradeció la lideresa.
Agregó que: “No teníamos abanico ni nevera y la necesitábamos, porque nosotras también preparamos insumos en los talleres que realizamos para las mujeres, por eso es de gran ayuda”.
Por su parte, María Victoria González Gómez fue otra de las mujeres de Bastidas beneficiadas con esta ayuda humanitaria. La adulta mayor es además una reconocida líder animalista, y los embates del invierno le dañaron la nevera en la que almacena los alimentos que reparte a decenas de animales en el sector.
“Este aporte, fue como un regalo del cielo, porque estaba con una neverita viejita y el día del aguacero, por el patio se me metió el agua y por la parte de abajo introdujo el agua y se dañó. Le comenté al señor alcalde Carlos Pinedo, de mi urgencia y necesidad de la neverita, él me la prometió y ya me la dio”, explicó la mujer.
Con estas acciones, la Alcaldía de Santa Marta no solo ratifica su compromiso humanitario con los sectores más vulnerables de la ciudad, sino que también ejemplifican el papel de un líder que conoce y atiende las necesidades de su comunidad.
