Se trata Dave Rivard quien es residente del barrio Nueva Galicia.
Hasta la sala de redacción de EL INFORMADOR llegó una carta remitida a la opinión pública por Dave Rivard, de nacionalidad canadiense y residente en el barrio Nueva Galicia de Santa Marta, en la que afirma que fue objeto de amenazas intimidantes por denunciar que en el sector se hace imposible vivir por causa del ruido extremo, emisiones provenientes de un taller informal de motocicletas y de actividad tipo ‘discobar”.
La queja señala que, en plena vía pública cerca de su vivienda, fue abordado por uno de los vecinos relacionados con las actividades que he venido denunciando, quien en tono alterado y con clara intención de intimidarlo.
“Que si yo fuera colombiano ya me habría pasado algo hace rato. Que soy un “gringo” (dando a entender que soy estadounidense, cuando en realidad soy canadiense). Que si sigo “molestando” o “no me gusta lo que ellos hacen”, él mismo vendría hasta la puerta de mi apartamento. Que me regrese a mi país, insistiendo en que, porque ellos llevan 40 años haciendo lo mismo, tienen algún tipo de derecho a continuar con sus actividades. Por la forma, el tono y el contexto, interpreto estas expresiones como una amenaza directa contra mi integridad y la de mi esposa, y además como un mensaje claramente xenófobo, basado en mi nacionalidad y en el hecho de ser extranjero, aun cuando he denunciado que son ilegales y contaminantes”, indicó el señor Rivard en dicha queja.
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Argumentó en el escrito que, “quiero resaltar que no he realizado ninguna conducta ilegal; pago por vivir en este inmueble, mi situación migratoria se encuentra en regla y me he limitado a utilizar las vías institucionales disponibles (quejas formales, audiencias, peticiones escritas) para defender mi derecho y el de mis vecinos a un ambiente sano, al descanso y a la tranquilidad. Sin embargo, a pesar de ello, se me dice que no debería estar aquí y se me hace responsable de un conflicto que en realidad nace de actividades ruidosas, contaminantes e incompatibles con el uso residencial, que afectan a muchas familias del sector.
Reiteró que, “la combinación de ruido extremo, inacción prolongada y ahora amenazas personales hace que la situación sea, para mí, extremadamente grave. He tenido que dejar instrucciones a mi familia sobre qué hacer en caso de que algo me ocurra, precisamente porque tomo muy en serio cualquier amenaza.
Recalcó el ciudadano extranjero que, “existen actuaciones en curso en la Inspección de Policía de Bastidas por comportamientos que afectan la tranquilidad y la convivencia (expediente de querella y audiencia de conciliación celebrada el 30 de septiembre de 2025). He formulado peticiones y actualizaciones ante autoridades ambientales, de salud, de protección de la niñez y de orden público, todas relacionadas con el ruido extremo y las emisiones en la zona residencial donde vivo. A pesar de múltiples radicados y traslados entre entidades, la situación material en el barrio no ha mejorado: el ruido y las emisiones continúan, y ahora se han sumado amenazas directas cuando simplemente me desplazo por el barrio”.
Dave Rivard, dejó en claro su disposición a rendir declaración presencial y aportar todos los detalles que se requieran, incluyendo fechas, horas aproximadas, descripción de la persona involucrada y cualquier dato adicional que pueda ayudar, y que además cuenta con amplia evidencia documental y audiovisual del contexto general del caso (ruido extremo, emisiones, actuaciones previas), que puede entregar si así se solicita.
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