Gracias al apoyo de esta Casa de Estudios Superiores, el estudiante con discapacidad auditiva se convirtió en Técnico Laboral en Oficinista, Clasificación y Archivo.
En la más reciente ceremonia de Certificación de Aptitud Ocupacional, la Universidad del Magdalena reafirmó su compromiso con la eliminación de las barreras de exclusión en el acceso a la educación, brindando oportunidades a todas las personas, sin importar sus condiciones.
Brian Santiago Márquez, quien tiene discapacidad auditiva, se graduó como Técnico Laboral en Oficinista, Clasificación y Archivo del Centro para la Regionalización de la Educación y las Oportunidades – Creo Unimagdalena, convirtiéndose en un orgullo para su familia.
Este logro es un reflejo de que, cuando se cuenta con las herramientas y garantías necesarias, los sueños pueden hacerse realidad y la Alma Mater, bajo el liderazgo del rector Pablo Vera Salazar, ha sido una Institución incluyente que le apuesta a la transformación del territorio.
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Más compromiso, más inclusión
Para Brian Santiago Márquez, esta Casa de Estudios Superiores se convirtió en un segundo hogar que le permitió desarrollarse académica y personalmente.
“Recibí muchísimo apoyo, me permitieron aprender. Esta es mi casa, fue un proceso grande y, gracias a la Universidad del Magdalena y al Creo, tuve un gran respaldo. Lo que aprendí aquí tiene un gran valor ético y con muchos valores, y eso es maravilloso”, expresó.
Asimismo, agradeció al Doctor Pablo Vera Salazar por su compromiso con la población con discapacidad: “Muchas gracias al Rector por estar siempre atento y permitirnos acceder a la educación. Nos ha brindado oportunidades de inclusión a toda clase de discapacidad, visual y auditiva, dándonos igualdad de condiciones”.
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Rompiendo estereotipos
Por su parte, Yatnery Paola Guerrero Romero se convirtió en la única mujer que recibió el título de Técnica en Operación de Maquinaria Pesada, entre los 106 ciudadanos certificados. Una muestra del trabajo de Unimagdalena para fomentar la equidad de género en la educación y el empleo.
“Fue un gran reto, pero hoy me siento orgullosa de haber alcanzado esta meta. Conté con el apoyo de mis compañeros y docentes, y ahora quiero seguir capacitándose para demostrar que las mujeres podemos especializarnos en cualquier modalidad”, afirmó.
Los graduados de la Alma Mater representan un triunfo en la construcción de una sociedad más incluyente, demostrando que en la Universidad la educación es un derecho fundamental para todos, tal como lo establece el Plan de Desarrollo 2020-2030 ‘Unimagdalena Comprometida’.
