El evento, realizado en el Coliseo, congregó a comunidades parroquiales, movimientos apostólicos y fieles de distintos sectores de la ciudad, quienes se unieron en una jornada marcada por la alabanza, la oración y el testimonio de fe. El encuentro fue descrito como un momento de renovación espiritual y de preparación para vivir intensamente esta semana dedicada a la misión evangelizadora.

Los cantos iniciales invitaron a los asistentes a bendecir al Señor y a reconocer la acción del Espíritu Santo como guía y fuerza transformadora. Uno de los mensajes centrales de la jornada fue que “el Espíritu Santo es el motor de la evangelización”, una afirmación que se reiteró durante las intervenciones y oraciones colectivas.

En la ceremonia también se resaltó la importancia de la devoción mariana. A través del rezo del santo rosario, se pidió la intercesión de la Virgen María por la diócesis, las vocaciones sacerdotales y religiosas, así como por las familias y comunidades cristianas de Santa Marta. El acto estuvo acompañado de una ofrenda simbólica de rosas a la Virgen, signo de amor y confianza en su maternal protección.

La participación fue amplia y diversa: comunidades como la renovación carismática católica, la legión de María, lazos de amor mariano, acción católica, el camino neocatecumenal y la capilla de Troconi tuvieron un papel activo en la animación y conducción de las oraciones. Asimismo, niños y jóvenes tuvieron protagonismo, recordando que son el presente y el futuro de la Iglesia.

El congreso de apertura también incluyó momentos de reflexión en los que se invitó a los fieles a vivir la evangelización como un compromiso diario, basado en la esperanza, la solidaridad y el testimonio cristiano en todos los ámbitos de la vida.

Este encuentro, que dio inicio oficial a la Semana de la Evangelización, marca el comienzo de una agenda de actividades eclesiales y culturales que se extenderán en diferentes parroquias y espacios públicos de Santa Marta, con el propósito de acercar el mensaje del Evangelio a la comunidad y fortalecer la fe de los creyentes.

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