Un famoso complejo deportivo ubicado en el norte de Bogotá y que está en condición de arriendo a la Liga de Fútbol de la capital es objeto de un proceso legal en el que una familia ha insistido en que le sea restituido el bien.
La Corte Suprema de Justicia, en sede de tutela, devolvió a la Fuerza Aérea Colombiana el control de tres lotes que en el pasado fueron propiedad de Gonzalo Rodríguez Gacha ‘El Mexicano’ por medio de la empresa Equimotor. Allí en ese predio funciona el complejo deportivo “La Morena”, reconocido centro futbolístico de Bogotá.
La Fuerza Aérea es actualmente el depositario de ese predio (objeto de extinción de dominio por su pasado con el excapo del Cartel de Medellín), y se encuentra arrendado en la actualidad a la Liga de Bogotá. El litigio se desató debido a que antiguos propietarios, la familia Fajardo Monroy, que le vendieron el terreno al “capo”, solicitaron el restablecimiento de sus derechos de posesión sobre el mismo.
En búsqueda de ese fin se encontraron con una decisión favorable por parte de la Fiscalía, que dejó sin efecto las resoluciones y ordenó que se les fuera entregado de nuevo el predio, lo cual motivó la tutela.
La Corte con suma dureza cuestionó la actuación de las familia Fajardo Monroy y Monroy Galeano de buscar el restablecimiento de los predios, cuando en la década de los ochenta le vendieron el terreno a la sociedad de ‘El Mexicano’, recibieron el pago, y ahora quieren volver a quedarse con las tierras.
“Existe un riesgo real de enriquecimiento sin causa en beneficio de aquellos antiguos propietarios que, habiendo cedido válidamente su propiedad y recibido el pago correspondiente, actualmente pretenden volver a obtener derechos sobre los mismos bienes en detrimento del Ministerio de Defensa – FUERZA AEROESPACIAL COLOMBIANA. Tal situación implica que obtendrían doble beneficio patrimonial sin causa jurídica legítima”, sentenció la Sala con ponencia del magistrado Gerardo Barbosa.
Así entonces, ordenó el restablecimiento del control del predio a la Fuerza Aérea, recordando que se encuentran en firme sentencias de extinción de dominio que se debían hacer cumplir, y en cambio, la Fiscalía realizó una mala interpretación de la ley. Al tiempo, el alto tribunal ordenó compulsas y sentenció que esta familia Monroy se enriqueció indebida e injustamente.
COLPRENSA