El CortoCircuito es un colectivo cultural que, desde hace tres años, viene gestionando y promoviendo la vida artística y cultural de Santa Marta, apostándole a nuevas formas de habitar la ciudad.

Como parte de la conmemoración de los 500 años de Santa Marta, el colectivo CortoCircuito se presenta como una curaduría cultural que ofrece una visión diferente para celebrar las Fiestas del Mar. Con un enfoque artístico y sensible, CortoCircuito no busca competir con las narrativas oficiales, sino complementarlas y enriquecerlas. A través de diversas actividades que abordan las artes, los saberes ancestrales y la memoria local, CortoCircuito invita a reflexionar sobre cómo habitamos y contamos la historia de Santa Marta. ¿Desde qué perspectiva miramos la ciudad? ¿Cómo nos conectamos con el mar, la Sierra, la naturaleza sagrada, la palabra y la fiesta? Estas preguntas son el núcleo de la propuesta.

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CortoCircuito nace de la necesidad de ofrecer nuevas formas de mirarnos como comunidad. Frente al relato oficial, esta curaduría se presenta como una agenda alternativa, no porque sea una opción secundaria, sino porque se plantea como una propuesta esencial. Una forma de ampliar la celebración oficial, creando espacio para otros enfoques y perspectivas sobre los 500 años de Santa Marta. El colectivo está compuesto por un grupo interdisciplinario de seis personas con experiencia en gestión cultural, comunicación, diseño, literatura y artes visuales. Además, CortoCircuito se articula con un conjunto de aliados locales —restaurantes, librerías, tiendas de diseño, espacios de creación y comercios— que no solo respaldan la agenda, sino que la hacen posible. Ellos son los facilitadores de los encuentros, los espacios y los saberes que dan vida a esta red cultural.

Entre el 24 y el 29 de julio de 2025, CortoCircuito desplegará una serie de eventos curados que recorrerán diversos escenarios de la ciudad. Desde sitios emblemáticos hasta centros culturales y comunitarios, el colectivo llevará a cabo actividades que exploran la literatura, la fotografía, la memoria visual, la fiesta popular, las artes plásticas, el diseño industrial, las espiritualidades y los rituales cotidianos, entre otros. Se sumarán, además, bebidas ancestrales como el viche para dar sabor.