El Departamento Administrativo Distrital de Sostenibilidad Ambiental (Dadsa) llevó a cabo una jornada de control y seguimiento a las obras que se realizaban en el sector de Bajamar y en la zona costera de las playas de Inca Inca, en el municipio de Santa Marta. El objetivo de la inspección fue verificar el cumplimiento de la normatividad ambiental vigente, en particular con respecto a la protección de los ecosistemas marinos y costeros, que son áreas de especial interés por su biodiversidad y vulnerabilidad.

Durante el operativo, los funcionarios del Dadsa, en colaboración con la Armada Nacional, solicitaron a los responsables de las obras en estas zonas los permisos ambientales pertinentes, los cuales son requisitos indispensables para cualquier tipo de intervención en áreas cercanas al mar. Estas zonas están protegidas por su importancia ecológica y por el delicado equilibrio de los ecosistemas marinos que albergan.

Sin embargo, como resultado de la inspección, se evidenció que varias de las construcciones no presentaron los permisos ambientales exigidos por la autoridad competente, situación que llevó a la imposición de una medida preventiva por parte del Dadsa. La medida suspende temporalmente las obras hasta que los responsables logren regularizar la situación y presenten la documentación correspondiente, que debe incluir los estudios de impacto ambiental y el permiso expreso para realizar obras en estas áreas sensibles.

El Dadsa enfatizó que las playas, costas y ecosistemas marinos son bienes de uso público que deben ser preservados para las generaciones futuras. «Toda intervención en estos espacios debe contar con el aval técnico y jurídico que garantice la sostenibilidad ambiental, además de proteger la seguridad de la ciudadanía», manifestó un vocero del departamento. La entidad también recordó que la realización de actividades en zonas protegidas sin la debida autorización puede acarrear graves consecuencias tanto para el medio ambiente como para las personas involucradas en los proyectos.

Este operativo forma parte de una serie de acciones que el Dadsa ha implementado para reforzar la protección del medio ambiente en Santa Marta, especialmente en las áreas de alto valor ecológico. La medida preventiva busca frenar posibles daños irreparables a los ecosistemas costeros y promover una gestión más responsable y respetuosa con los recursos naturales de la región.