Santa Marta continúa consolidándose como un destino principal para el turismo de cruceros en el Caribe, con un inicio de año marcado por la llegada de importantes embarcaciones internacionales. Este crecimiento refleja el atractivo de la ciudad como puerto de escala y el impacto positivo que genera en la economía local.

El primer gran arribo de la temporada fue el AIDALuna, un crucero de bandera italiana que atracó con más de 2.200 pasajeros y 610 tripulantes, la mayoría de ellos de origen alemán. Este evento coincidió con la conmemoración de los 500 años de Santa Marta, sumando un valor especial a la llegada de visitantes que recorrieron sus calles, monumentos y atractivos turísticos.

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Días después, el AIDABella hizo escala en la ciudad tras su paso por Cartagena, con más de 2.000 pasajeros y 3.600 tripulantes, antes de continuar su ruta por el Caribe. Su arribo reforzó la conexión marítima de Santa Marta con otros destinos del departamento destacándola como un punto estratégico dentro de los itinerarios de las principales líneas de cruceros.

Uno de los momentos más significativos de esta temporada fue la llegada simultánea del AIDALuna y el Volendam, que desembarcaron en el puerto samario con más de 3.400 turistas. Este doble arribo generó un impacto importante en el comercio, la gastronomía y el sector turístico, ya que se estima que cada crucerista gasta en promedio 120 dólares durante su estadía en la ciudad.

Ayer 21 de febrero, Santa Marta recibió un nuevo crucero Sirena, de la línea Oceanía Cruises, con 637 pasajeros y 400 tripulantes. La embarcación, procedente de Cartagena, atracó en el puerto a primeras horas de la mañana y permaneció en la ciudad hasta la tarde, continuando su viaje hacia Aruba.