La comunidad magdalenense se encuentra consternada tras conocerse el asesinato de la docente pensionada Lissi Judith Camargo Noriega, de 63 años y oriunda de Ciénaga, Magdalena, quien falleció tras recibir dos impactos de bala en la cabeza en la noche del jueves 22 de mayo en el municipio de Puerto Colombia, Atlántico.

La víctima, quien se movilizaba junto a su yerno Ángel José Daza Cuello, de 39 años, en una camioneta Renault Duster de color negro, fue atacada por escoltas del exsenador y empresario barranquillero Gerardo Vecino Villarreal.

Según información preliminar, los vigilantes de seguridad privada William Sanjuan Núñez y Wilmer Enrique Rosado Mendoza abrieron fuego contra el vehículo tras recibir una alerta del propio Vecino Villarreal, quien aseguró que el automóvil lo habían estado siguiendo.

Los hechos ocurrieron en el exclusivo sector de Salgar, donde reside el excongresista y se registró el ataque que dejó a la docente gravemente herida y con heridas de menor gravedad su yerno. La docente fue trasladada de inmediato a la Clínica Portoazul Auna, donde falleció hacia las 11:30 p.m. pese a los esfuerzos médicos.

La Policía Metropolitana de Barranquilla, confirmó que ni la víctima ni su acompañante estaban armados o representaban una amenaza, y descartó cualquier hipótesis de atentado contra el exsenador.

Las autoridades incautaron las armas utilizadas por los vigilantes, quienes fueron capturados por el delito de homicidio en grado de tentativa. También se investiga la posible implicación de un escolta adscrito a la Unidad Nacional de Protección (UNP), debido a la aparición de una tercera arma involucrada en el tiroteo.

“El mensaje que enviamos a las autoridades es que logren hacer justicia y capturar a las personas que cometieron este hecho tan atroz con mi mamá. Lo dejamos todo en manos de la justicia colombiana y en manos de Dios” dijo su hijo Milton Ángulo Camargo visiblemente afectado y exigiendo justicia para los responsables.

La docente será sepultada en Santa Marta, donde residen sus padres y demás familiares, quienes se encuentran sumergidos en un profundo dolor y tristeza al igual que la comunidad educativa y en Ciénaga, donde fue ampliamente reconocida por su trayectoria docente y calidad humana.