Sergio Díaz-Granados, presidente de CAF, destacó la prosperidad agropecuaria y el desarrollo sostenible como claves para América Latina.

Desde el corazón del Caribe colombiano, el sector bananero ha demostrado ser mucho más que una industria agrícola: es un motor de transformación regional. Esta fue una de las principales conclusiones que dejó la intervención del doctor Sergio Díaz-Granados Guida, presidente ejecutivo de CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, durante el segundo y último día del Tercer Congreso Bananero Colombiano. El evento, liderado por la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira (Asbama), reunió a productores, empresarios, autoridades y expertos del sector para reflexionar sobre los desafíos y oportunidades de una de las principales cadenas agrícolas del país.

En un contexto de creciente interés global por la producción responsable de alimentos, el doctor Díaz-Granados resaltó el papel estratégico que desempeña el Caribe colombiano, y en especial el departamento del Magdalena, en la economía agrícola nacional e internacional. La intervención del presidente de CAF marcó un momento clave del evento, al resaltar no solo los logros del sector, sino también su capacidad para adaptarse e innovar.

EL CARIBE BANANERO, RESILIENCIA QUE INSPIRA

El dirigente de la CAF no escatimó elogios al describir el espíritu que anima al sector bananero del Magdalena y La Guajira. A pesar de los obstáculos que enfrenta, como la variabilidad climática, los desafíos logísticos en zonas rurales y los problemas de orden público que afectan las cadenas de suministro, el gremio continúa empujando con fuerza y compromiso. “Sorprende la vitalidad y el optimismo que uno encuentra aquí. A pesar de los retos, este sector no se detiene, sigue jalonando el desarrollo económico del Caribe colombiano”, aseguró.

El doctor Díaz-Granados subrayó que este dinamismo no es casualidad, sino fruto de una visión compartida entre productores, instituciones y comunidades que han apostado por hacer del banano un símbolo de progreso y resiliencia. En su opinión, el liderazgo regional que ha alcanzado esta cadena agrícola es un ejemplo para otros sectores productivos que buscan sostenibilidad con impacto social.

UN PAÍS QUE HONRA SU REPUTACIÓN EXPORTADORA

El presidente de la entidad también se refirió al lugar destacado que ha logrado Colombia en los mercados internacionales de frutas frescas. Mencionó que, a pesar de los retos estructurales que enfrenta el país, su reputación como proveedor confiable se mantiene sólida. “Nuestra fruta llega a tiempo, tiene manejo orgánico y altos estándares de sostenibilidad. El banano ha sido el buque insignia durante 130 años, y ha abierto puertas a productos como el café, la pitahaya, el aguacate y muchas frutas más que hoy ganan mercado”, afirmó.

Este posicionamiento no solo es importante desde el punto de vista económico, sino también estratégico, ya que refuerza la imagen del país como un actor comprometido con las prácticas agrícolas responsables. Para Díaz-Granados, el trabajo del sector bananero ha sido clave en la construcción de esta credibilidad internacional que hoy beneficia a todo el agro colombiano.

AMÉRICA LATINA, UNA REGIÓN QUE ALIMENTA AL MUNDO

Más allá de Colombia, Díaz-Granados Guida amplió su análisis al papel de América Latina como proveedor mundial de alimentos. Destacó que la región, con una población de poco más de 650 millones de personas, produce alimentos suficientes para alimentar a más del doble de su población. “Nuestra región es una solución global: producimos alimentos para más de 1.300 millones de personas”, enfatizó.

En este marco, el departamento del Magdalena representa una microregión con todo el potencial para liderar en temas de producción, exportación, innovación agrícola y seguridad alimentaria. Según Díaz-Granados, el reto ahora es equilibrar esta capacidad exportadora con una mejora sustancial en la calidad de los alimentos que se destinan al consumo interno, promoviendo dietas más sanas, accesibles y sostenibles.

CAF Y SU APUESTA POR EL AGRO REGIONAL

La CAF, como banco de desarrollo, ha asumido un papel protagónico en el financiamiento de proyectos que impulsan el agro y la infraestructura rural. Díaz-Granados reveló que la entidad ha desembolsado más de 5.000 millones de dólares en los últimos diez años en iniciativas agrícolas y rurales en América Latina, y su meta para los próximos años es llegar a los 8.500 millones.

Estos recursos se destinan a programas de alto impacto, como la construcción y modernización de distritos de riego, el mejoramiento de vías terciarias, la implementación de tecnologías para enfrentar el cambio climático y la transformación productiva del campo. Cada país y cada región, señaló, tienen necesidades específicas, y CAF trabaja de manera estratégica para identificar y financiar los proyectos más pertinentes.

UN VÍNCULO PERSONAL CON EL CARIBE Y EL BANANO

Finalmente, y en un tono más cercano, el doctor Sergio Díaz-Granados compartió su vínculo personal con el banano, lo cual reafirmó la autenticidad de su compromiso con el sector. “Vivo en Panamá, un país bananero, así que consumo banano todos los días. “Pero cuando vengo a Santa Marta lo disfruto de todas las formas posibles, tanto verde como en fruta”, comentó entre sonrisas.

Este gesto personal conectó con el auditorio y reforzó su mensaje de apoyo a una agroindustria que, según dijo, no solo representa un orgullo nacional, sino una verdadera palanca de transformación social y económica para el Caribe colombiano y para toda América Latina.