Su ejercicio, a través del tiempo, no ha sido fácil como se constata históricamente. Este año se cumplen treinta y nueve del asesinato de don Guillermo Cano quien murió en su ley sin claudicar frente a los narcotraficantes, de nuevo rendimos tributo a su memoria, reiteramos las calidades de los periodistas colombianos quienes cumplen con la compleja tarea de publicar, comentar y difundir la noticia de manera objetiva, a pesar de las reacciones perversas de los delincuentes incriminados en ellas.
Es grande la presión de las redes sociales, la proliferación de amenazas, los desafíos económicos, el esfuerzo por mantener la ética, de no dejarse amedrentar, se trabaja bajo presión, con riesgo, máxime cuando es notorio que a la mayoría de los funcionarios públicos de gobiernos populistas y demagógicos no les agrada que se hagan públicos sus errores y menos aún si estos conducen a la constatación de una corrupción inmensa contra la sociedad.
El periodismo realmente es profesión apasionante, exigente, tiene relación con la búsqueda de la verdad, el propio don Guillermo Cano lo anotaba en su última libreta de apuntes titulada Navidades Negras. Resulta impresionante en los noticieros principales de la televisión la agilidad y el acierto en los comentarios, con responsabilidad, tampoco exagerando la dimensión de entrevistas ni laborando de forma parcializada. Para la Democracia esto es clave en una Nación que anhela con vehemencia la solidaridad y fortaleza para elegir no solamente a un buen candidato a la presidencia de la República sino en el camino de encontrar la selección del equipo administrativo que ejerza bien la conducción del país y la renovación del Congreso con la presencia de dirigentes responsables.
El papel de los periodistas de educar y formar opinión pública contrasta con el descaecimiento de los partidos políticos, la labor de fiscalización cumple ejercicio importante, si no fuera por periodistas decididos y valientes los corruptos estarían ejecutando sus fraudes con superior impunidad.
Difícil tarea la del periodismo en zonas de conflicto, la presencia peligrosa ante el trepidar de los violentos, pero a diario nos complace el registro sin miedo de su labor informativa de comunicadores que arriesgan inclusive sus vidas para mantener informada a la comunidad. En estas fechas conmemorativas de Navidad y Año Nuevo vayan pues palabras de agradecimiento y de respaldo para los periodistas colombianos. Seguiremos pendientes de las piezas que se publican en televisión, radio, revistas, somos vasta audiencia.