Durante el evento, la magíster Hermelina Acevedo destacó la importancia de motivar a los niños a escribir desde la experiencia y el contacto directo con su entorno.
El III Encuentro Regional de Literatura y Docencia: Voces, Textos y Territorios, organizado por la Licenciatura en Literatura y Lengua Castellana, reunió a docentes, estudiantes y expertos en el arte de enseñar a leer y escribir, con el propósito de fortalecer el vínculo entre la literatura, la pedagogía y la identidad regional.
En su intervención, la magíster en literatura Hermelina Acevedo reflexionó sobre la importancia de estimular la creatividad infantil desde lo cotidiano. “Los chicos se sienten felices cuando se encuentran en internet y dicen: aquí están mis cuentos, ahí está mi producción. Son escritos sencillos, pero llenos de orgullo”, afirmó, mientras compartía ejemplos de cuentos creados por niñas de sexto grado, como El abuelo gato o El lapicero loco.
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Acevedo también resaltó el papel de la imaginación guiada en la enseñanza de la escritura: “Un niño de primaria está en la etapa de operaciones concretas, según Piaget. Ellos necesitan tocar, ver, tener acceso a lo que leen. Por eso, el aprendizaje debe partir de experiencias tangibles y significativas”.
La docente invitó a los educadores a promover ejercicios sencillos que activen la lectura y la escritura desde casa: “Pídanle al abuelo que les cuente una historia de brujas y que la escriban. Hay muchas formas de activar ese proceso escritor, pero tiene que ser con ellos”, subrayó.
El encuentro concluyó con una reflexión inspiradora de la mano del escritor español Daniel Cassany, citada por Acevedo: “No se aprende a escribir si no se escribe”, una frase que resume el espíritu de este espacio académico que apuesta por la palabra como herramienta de transformación educativa y cultural.
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