El F4 ha traído funestas consecuencias al establecimiento, que con muchas dificultades lucha contra la marea que provoca un anunciado cambio que muy pocos han podido ver, sentir, entender y mucho menos, aprovechar para su beneficio.
Ese 4 de febrero (F4), cuando al mandatario se le ocurrió convocar un consejo de ministros televisado en vivo y en directo, dejó al descubierto las improvisaciones de un Gobierno sin unidad ni derrotero confiable. Pero fue allí donde apareció el fantasma del desastre. Casi todos los asistentes estaban contra Benedetti, a quien descalificaban con serias acusaciones. El director de la Unión Nacional de Protección, Augusto Rodríguez, tomó la palabra para dar inicio al gran escándalo que introdujo al contrabandista “Papá Pitufo” en la campaña Petro. “El tema del señor Pitufo comenzó con Benedetti”, afirmó en la reunión pública.
Aunque el presidente Petro había considerado uno de los mayores éxitos de su Gobierno ese Consejo de Ministros, hoy lo lamenta, aunque muchos dicen que lo repetirá.
A este gran escándalo se suman todos los que se van conociendo minuto a minuto, con las kilométricas listas de políticos que quisieron, al igual que “Papá Pitufo” -y Juan Fernando, hermano del presidente- usufructuar el nuevo gobierno.
Es casi normal en Colombia que las campañas políticas reciban apoyos monetarios, legales e ilegales, siempre y cuando estos lleguen al candidato, y este se entere de quién fue ese benefactor, que luego cobrará dividendos. Sin embargo, el presidente Petro ha dicho, jurado y repetido, primero que desconocía la procedencia de 500 millones de pesos de “Papá Pitufo”, a quien no conoció y al que finalmente le fue devuelto ese dinero. Dicen que hay fotos o videos que lo corroboran, pero que no han aparecido.
Los escándalos se mantienen para dar sepultura al tema del narcotraficante y contrabandista “Papá Pitufo”, y otros se avivan para ocultar tantas cosas a las grietas del establecimiento.
Por ejemplo, los misiles para atentar contra el jefe de Estado, el tal golpe blando de la Corte, si declara inconstitucional la reforma pensional, disimular, solapar y camuflar los duros golpes de la subversión a la tercera parte del país que tiene amenazada, la crisis ministerial, los viajes placenteros a lejanos países, mientras el país se desbarajusta. Y hay muchas cosas más,
Hay, por ejemplo, que analizar lo que pasa con la salud. Las largas colas para recibir atención, cosa que no se registraba antes, aunque se quiera “retroespejiar” a gobiernos anteriores.
Ocultar la arrodillada que aplicó la Corte Constitucional a Petro y a su consejero Jaramillo, a quienes obligó obedecer sus órdenes de girar los dineros que tienen que devolver a la salud, para salvar vidas y aliviar a millones de colombianos. Ya van más de 48 horas y aún se han cumplido los plazos que les dio la Corte. “Le están mamando gallo”, como decía Gabo. Están “capando cárcel”, dicen otros.
El panorama está agrietado y sin cambio alguno.
NEGRO: Nadie entiende a Petro con eso de eliminar la exploración de hidrocarburos, si pudo ver en los Emiratos cómo un pueblo puede vivir rico y feliz con esos ingresos.
NEGRO: El auxilio de $223.000 para tres millones de adultos mayores pobres no fue creado por el “cambio”, está desde la ley 100.
*Periodista