La cárcel La Picota de Bogotá puso en funcionamiento la primera Unidad de Extensión Temporal del país diseñada específicamente para atender a personas privadas de la libertad que requieren cuidados médicos intermedios y recuperaciones posoperatorias sin necesidad de abandonar el centro penitenciario ni retornar inmediatamente a sus celdas tras procedimientos quirúrgicos.
La nueva unidad sanitaria se ubicó en la Estructura 1 del complejo carcelario y abarca un área de 244 metros cuadrados. El objetivo principal de este espacio es ofrecer servicios a los internos que necesitan curaciones complejas, cuidados posteriores a una cirugía o una vigilancia médica constante que no se puede garantizar en los patios convencionales.
Katherine Lara, coordinadora administrativa de la Unión Temporal Salud Central, explicó que la capacidad instalada es de 22 camas, lo cual permite dar continuidad a tratamientos de tercer y cuarto nivel dentro del mismo penal.
El funcionamiento de esta área busca resolver la problemática de los reclusos que eran enviados de regreso a sus celdas para recuperarse de intervenciones médicas o que padecían patologías que exigían hospitalización. El director de La Picota, Horacio Bustamante, señaló que la medida permite reducir los costos operativos al disminuir la cantidad de traslados externos y minimiza los riesgos de seguridad que implican las movilizaciones de presos a centros hospitalarios.
Para la adecuación de la infraestructura y la dotación de equipos médicos se destinó una inversión cercana a los 110 millones de pesos. El modelo de operación incluye un equipo de profesionales sanitarios financiados por el operador privado, compuesto por un médico familiar encargado del diagnóstico, un médico general con turno de 12 horas diarias, ocho enfermeras jefes, ocho auxiliares de enfermería y un regente de farmacia, además de personal administrativo y de servicios generales.
El médico familiar José Alejandro Tovar, quien lidera el grupo médico, indicó que su labor consiste en establecer los criterios médicos para decidir qué pacientes ingresan a la unidad, realizar el seguimiento de su evolución clínica y administrar el manejo farmacológico necesario. Tovar afirmó que el lugar ofrece condiciones de atención las 24 horas del día que no existen en los pabellones regulares de reclusión.
Esta unidad se suma a la red de servicios de salud del sistema carcelario, la cual ya cuenta con el apoyo de tres instituciones externas: el pabellón del Hospital Fundación San Carlos para alta complejidad, la IPS Goleman para atención de salud mental y adicciones, y la IPS Multihealth enfocada en cuidados paliativos.
La iniciativa surgió en 2023 tras una propuesta de la Subdirección de Atención en Salud del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) para complementar la atención primaria que ya existía en los centros de reclusión.
Uno de los beneficiarios actuales del servicio es Edison Suárez Ávila, un interno que sufrió una peritonitis derivada de una apendicitis complicada. Suárez relató que tras ser operado en el hospital San Carlos fue trasladado a esta unidad para culminar su recuperación médica. «En el hospital San Carlos me operaron, me salvaron la vida y hoy me encuentro aquí, en plena recuperación», declaró el recluso sobre su estancia en el lugar desde finales de septiembre.
Las autoridades penitenciarias confirmaron que este modelo se replicará próximamente en la cárcel Picaleña de Ibagué. Luz Dary Estupiñán, funcionaria del INPEC, informó que se espera que en un plazo máximo de dos meses entre en operación dicha unidad, la cual tendrá una capacidad de 40 camas y ofrecerá servicios de cuidado paliativo intramural. La meta a largo plazo es que cada regional del instituto penitenciario disponga de una red similar.
A pesar de la puesta en marcha, la dirección del penal manifestó que aún existen necesidades técnicas por cubrir para optimizar el servicio. Bustamante detalló que se está solicitando la adquisición de una unidad portátil de rayos X y una unidad renal para realizar diálisis dentro de la cárcel, con el fin de evitar el desplazamiento de pacientes con insuficiencia renal. Asimismo, el personal administrativo señaló la necesidad de fortalecer los servicios relacionados con la oncología para atender a la población reclusa con cáncer.
BOGOTÁ, (Colprensa).