El deterioro del tramo vial que conecta a ambos municipios mantiene en alerta a la comunidad, que reclama inversión de la Gobernación y el Gobierno Nacional para garantizar movilidad y desarrollo en la subregión Río.
El mal estado de la Vía de la Prosperidad, en el tramo que comunica a los municipios de Sitionuevo y Remolino, continúa generando preocupación entre sus habitantes. Quienes diariamente deben transportarse en vehículos y motocicletas denuncian que la carretera permanece deteriorada desde hace años sin recibir ninguna intervención significativa por parte de las autoridades departamentales o nacionales.
Comerciantes, transportadores y ciudadanos aseguran que la falta de inversión ha rezagado a la subregión Río en materia de infraestructura vial, afectando la economía local y limitando el acceso a servicios esenciales.
Un clamor de toda la subregión Río
De acuerdo con líderes comunitarios, esta vía es estratégica porque permite el traslado de productos, mercancías y facilita la movilidad de miles de personas. Sin embargo, consideran que las necesidades reales de la población no han sido prioridad en las agendas políticas.
“Necesitamos que los candidatos pongan la mirada en este tramo vial que tanto anhelamos sea mejorado. Esto no es solo un clamor de Remolino y Sitionuevo, sino de toda la subregión Río que se beneficiaría directamente”, manifestaron representantes de la comunidad.
Prioridad en las próximas administraciones
El llamado de los habitantes es claro: que las autoridades actuales y las futuras administraciones prioricen la inversión en infraestructura vial, garantizando movilidad segura, dinamización económica y mejores condiciones de vida para la gente de la subregión.