Domingo 17 de Agosto de 2025 – 4:54pmEste domingo 17 de agosto Santa Marta debía recibir en sus calles a más de 3.000 corredores para la realización de su Media Maratón. Todo parecía listo: logística montada, publicidad activa y corredores ya instalados en la ciudad.
Sin embargo, a menos de 12 horas del arranque, la Alcaldía Distrital anunció la cancelación del evento. Lo que no se dijo de forma clara es que esta decisión no fue improvisada ni inesperada. El permiso ya estaba condicionado a una variable crítica: el clima.
Y llovió. Pero ese no fue el único problema.
El permiso era condicionado… y los organizadores lo sabían
La administración distrital, encabezada por el alcalde Carlos Pinedo, había sido clara: el permiso para realizar la carrera solo se otorgaría bajo una condición expresa y por escrito. Si llovía el día del evento o el día anterior, el permiso sería revocado de forma inmediata, por tratarse de un escenario de alto riesgo en una ciudad en calamidad pública.
La cláusula no deja espacio a interpretaciones:
“En caso de que, un día antes o el mismo día de la ejecución del evento, se presenten lluvias, el mismo deberá ser cancelado de manera inmediata (…)”
Es decir, los organizadores firmaron un compromiso que incluía la cancelación automática si llovía. Y pese a que las lluvias del sábado fueron fuertes, ellos decidieron guardar silencio y no alertar a los corredores de la inminente suspensión.
¿Desinformación o estrategia?
La pregunta que queda en el aire es ¿por qué los organizadores no informaron a los corredores sobre esta cláusula? ¿Por qué mantener viva la expectativa cuando sabían que el evento estaba en la cuerda floja desde el jueves?
No se trató de una cancelación repentina, sino del cumplimiento de una condición que desde un principio pudo (y debió) ser comunicada a los participantes. En lugar de eso, se dejó que el anuncio lo hiciera la Alcaldía, mientras los organizadores se limitaron a repartir medallas en la madrugada de este domingo como «consuelo simbólico».
El resultado: cientos de corredores frustrados, desinformados y con la sensación de haber sido engañados.
Presión política y cálculos de imagen
Lo más preocupante es que, según varias fuentes, el permiso original para realizar la carrera fue negado en un primer momento, debido a la emergencia invernal que atraviesa Santa Marta desde principios de agosto. Aun así, presuntamente hubo presión por parte de los organizadores para forzar una autorización.
Finalmente, y tras una reunión sostenida el pasado jueves, el alcalde cedió, pero impuso condiciones estrictas. La revocatoria por lluvia no fue un capricho de última hora, sino el cumplimiento de un acuerdo condicionado.
No se trata solo de correr
Si el evento se hubiera realizado y se presentaba una emergencia —como un accidente masivo— toda la responsabilidad habría recaído sobre el Distrito, a pesar de que la advertencia ya estaba sobre la mesa.
Santa Marta atraviesa una crisis humanitaria. Hay más de 13.000 personas damnificadas por las lluvias, barrios inundados y una declaratoria de calamidad pública activa. En ese contexto, exigir a la administración que ignore los riesgos para permitir un evento privado masivo es, como mínimo, irresponsable.
Los hechos demuestran que no fue la Alcaldía la que falló, sino una organización que apostó a que el clima le jugara a favor, y cuando no fue así, optó por callar hasta el último minuto.
media maratónSanta Martapronóstico de lluviaCancelaciónla samariaPresiones, permisos condicionados, lluvias intensas y falta de comunicación, entre los factores que frustraron uno de los eventos deportivos más esperados del año.Visible: Símariafernandaescorcia
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Fecha de Publicación: sábado, 16 de agosto del 2025