La Filarmónica de Cajamag reunió a samarios y turistas en el Parque de Los Novios con un repertorio que desató aplausos, emociones y baile al aire libre.
La Retreta Cultural de Cajamag volvió a cumplir. Como cada último viernes de mes, el Parque Santander —o Parque de Los Novios, como lo reconocen propios y visitantes— se convirtió en el escenario abierto donde la Orquesta Filarmónica de Cajamag, bajo la dirección del maestro Álvaro Acosta, desplegó un repertorio que conectó con todos los presentes desde la primera nota.
No se trata solo de un concierto: es una cita de ciudad. Decenas de familias, jóvenes, adultos mayores, turistas nacionales y extranjeros se acomodaron en el parque para disfrutar de una noche en la que la música volvió a convertirse en punto de encuentro.
Una vibra que se sentía en el aire
Desde los primeros acordes, la energía fue evidente. Los instrumentos guiaron una secuencia de temas sin interrupciones, cada uno despertando emociones distintas entre los asistentes: algunos cerraban los ojos para escuchar, otros grababan con sus celulares, muchos simplemente se dejaban llevar por el ritmo. Incluso hubo quienes se pararon a bailar, contagiados por la fuerza de la Filarmónica.
La dirección del maestro Álvaro Acosta fue uno de los momentos más celebrados. Cada movimiento marcaba una intensidad distinta del repertorio, demostrando el nivel artístico que Cajamag continúa ofreciendo en espacios gratuitos y abiertos para la comunidad.
Un espacio que ya es tradición cultural
La Oficina de Cultura de Cajamag volvió a destacar con esta Retreta Cultural, un programa que se mantiene firme mes tras mes y que se ha convertido en uno de los eventos culturales más constantes y queridos de Santa Marta. La propuesta de llevar música en vivo, de forma gratuita y al aire libre, ha logrado que más personas se acerquen al arte sin barreras ni distancias.
En esta ocasión, la mezcla de públicos le dio un toque especial a la tarde: samarios fascinados por el espacio musical, turistas sorprendidos con la iniciativa y curiosos que se topaban con el concierto al pasar por el parque. Todos coincidieron en algo: este espacio ya comienza a ser parte de la identidad cultural del Centro Histórico.