Dormelina Venera y su hijo Walder Montero, unidos por una vida de lucha y cuidado, fallecieron el mismo día en un hecho que conmueve al Magdalena.
Una profunda conmoción se vive en el municipio de Fundación, Magdalena, tras conocerse la historia de Dormelina Venera, una mujer de 50 años, y su hijo Walder Jacob Montero Venera, de 35, quienes fallecieron con apenas dos horas de diferencia. Su historia, marcada por el amor, el sacrificio y la entrega absoluta, ha tocado el corazón de toda la comunidad del barrio Juan 23.
Dormelina dedicó su vida entera al cuidado de Walder, quien desde niño enfrentaba una condición de parálisis cerebral que limitaba su movilidad y sus actividades diarias. En medio de dificultades económicas, la mujer nunca permitió que a su hijo le faltara atención, cuidados ni cariño. Vecinos del sector recuerdan la relación entre ambos como un vínculo lleno de fortaleza y complicidad.
Hace pocos días, Walder presentó complicaciones de salud que derivaron en su fallecimiento, dejando consternada a su familia y al barrio que siempre los acompañó. La noticia fue devastadora para Dormelina, quien expresó que “ya su vida no tenía sentido” sin él. Minutos después, la mujer se desplomó y fue trasladada a un centro médico, donde confirmaron su muerte a causa de un paro cardiaco.
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El sepelio de ambos se llevó a cabo en el corregimiento Santa Rosa de Lima, de donde eran oriundos. Amigos y allegados coinciden en que la conexión entre madre e hijo era única.
“Esa mujer vivía por él. Lo amaba con el alma”, relató un vecino que conoció de cerca la historia.
Su partida deja un profundo vacío, pero también un ejemplo de amor maternal que trasciende el tiempo y las circunstancias.