En la quinta Semana de la Sostenibilidad, la Sociedad fueron desarrolladas jornadas educativas en instituciones del barrio de Pescaíto para enseñar a los niños la importancia de conservar los ecosistemas marinos y su impacto en el equilibrio ambiental del planeta.
La Semana de la Sostenibilidad de la Sociedad Portuaria de Santa Marta llegó este año a las aulas del Instituto Educativo Distrital Laura Vicuña, sede Olaya Herrera, con un propósito claro: sembrar en los niños el amor y el respeto por la vida marina. A través de talleres, charlas y actividades lúdicas, los estudiantes de cuarto y quinto de primaria aprendieron sobre la conservación de los ecosistemas marinos, la importancia del cuidado del agua y la manera en que las acciones humanas inciden en la salud del planeta.
“Esta es una población muy receptiva. Sabemos que, si sembramos en ellos la semilla de la sostenibilidad y la conservación de la fauna y flora marina, estaremos formando ciudadanos más conscientes y responsables con el entorno”, explicó Óscar Gómez, gerente de Sostenibilidad de la Sociedad Portuaria de Santa Marta.
Durante toda la semana, más de cinco instituciones del área de influencia del puerto participaron en las actividades pedagógicas desarrolladas junto a la Fundación Centro de Investigaciones Marinas del Caribe, como parte del programa Ecosistemas de Aprendizaje, que busca conectar a los niños con el mar y fomentar una cultura de conservación desde temprana edad.
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“Gracias al apoyo del puerto hemos logrado acercar a más de 25.000 niños de Santa Marta al conocimiento del mar, sensibilizándolos sobre su cuidado y la relación que existe entre los ríos, las montañas y el océano”, destacó Manuela Villa, directora de Alianzas Estratégicas de la Fundación Centro de Investigaciones Marinas del Caribe.
Los docentes también resaltaron el impacto positivo de esta iniciativa. Jairo Corbate, profesor del grado cuarto, expresó que “estas jornadas enseñan a los niños a valorar su entorno, a conocer lo que tienen y a convertirse en promotores del cuidado del mar dentro de sus familias y comunidades. Ellos son los mejores replicadores de este mensaje”.
La jornada cerró con un mensaje inspirador para las nuevas generaciones: reconocer que Santa Marta es una ciudad privilegiada por su riqueza natural y que la protección de sus ecosistemas marinos depende del compromiso colectivo. Los niños comprendieron que cuidar el mar no es solo proteger a los animales que viven en él, sino garantizar el bienestar del planeta y de las futuras generaciones.
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