En un esfuerzo por mantener la estabilidad y garantizar los derechos de la población privada de la libertad, la Personería Distrital de Santa Marta jugó un papel crucial en la reciente mesa de concertación llevada a cabo en el Establecimiento de Reclusión de la ciudad. La intervención oportuna del ente de control evitó el inicio de una huelga de hambre, protesta que los internos planeaban llevar a cabo para hacer oír sus demandas.

La situación dentro del centro penitenciario se tornó tensa en los días previos a la reunión, cuando los internos manifestaron su intención de iniciar una huelga de hambre como medida de presión ante lo que describieron como condiciones precarias y falta de atención a sus necesidades básicas. Entre las demandas de los reclusos se encontraban peticiones relacionadas con la calidad de la alimentación, el acceso a servicios de salud, la agilidad en los trámites judiciales y las condiciones de higiene dentro del penal.

Ante la inminencia de la protesta, la Personería Distrital, en su rol de garante de los derechos humanos, decidió intervenir y mediar entre los internos y las autoridades penitenciarias. Para ello, se organizó una mesa de concertación en la que participaron representantes de los reclusos, funcionarios del INPEC y delegados de la Personería.

Durante la jornada de diálogo, que se extendió por varias horas, se abordaron cada una de las preocupaciones planteadas por los internos. La Personería actuó como facilitador, asegurando que ambas partes tuvieran la oportunidad de expresar sus puntos de vista y llegar a acuerdos que satisficieran las necesidades de los reclusos sin comprometer la seguridad del establecimiento.

«Nuestro objetivo principal era evitar una situación de crisis que pudiera poner en riesgo la integridad de los internos y la estabilidad del centro penitenciario», declaró el Personero Distrital. «A través del diálogo y la concertación, logramos establecer compromisos concretos que esperamos sean cumplidos a cabalidad por las autoridades penitenciarias».