Los afectados aseguran que esta acción no solo reduce el espacio disponible para el tránsito peatonal y las actividades tradicionales de pesca, sino que también amenaza especies de mangle que crecen en la zona, vitales para la estabilidad del ecosistema costero.

“Están corriendo el portón de noche, cuando no hay vigilancia ni presencia de las autoridades”, denunció uno de los pescadores del sector, quien añadió que los trabajos se estarían realizando en horarios nocturnos para evitar reclamos de la comunidad y la intervención de la Policía Ambiental.

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La situación ha generado malestar entre residentes, visitantes y trabajadores del mar, quienes consideran que el cierre progresivo de la playa vulnera derechos colectivos sobre el acceso libre a las zonas costeras. Además, advierten que este tipo de intervenciones privadas contribuyen a la degradación ambiental y a la pérdida del paisaje natural samario.

Ante las denuncias, los habitantes del sector hacen un llamado urgente a las autoridades ambientales y distritales para verificar los linderos del condominio y determinar si existe una ocupación indebida del espacio público marítimo.

“Santa Marta no puede seguir perdiendo su patrimonio natural frente a intereses particulares. Necesitamos una respuesta inmediata y acciones concretas que detengan esta situación”, expresaron los pescadores.