Afranio Otero Maldonado presentó su renuncia a la gerencia del hospital La Candelaria de El Banco, luego de que se conocieran denuncias sobre su supuesta intervención en actividades políticas, hecho que podría acarrearle sanciones disciplinarias por parte de la Procuraduría.

La dimisión se produjo tras los cuestionamientos públicos del candidato a la Gobernación del Magdalena, Rafael Noya, quien lo acusó de presionar a trabajadores del centro asistencial para asistir a actos políticos. Las denuncias fueron puestas en conocimiento de la Procuraduría Provincial, que habría iniciado una indagación preliminar para establecer posibles faltas disciplinarias.

Crisis institucional y denuncias internas

Mientras el hospital enfrenta una compleja situación por la falta de medicamentos, escasez de personal y demoras en los pagos, las acusaciones apuntan a que Otero habría destinado tiempo y recursos de la entidad a fines políticos. Según versiones, varios empleados manifestaron su inconformidad por las presuntas presiones recibidas para participar en eventos de campaña.

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El ambiente dentro de la ESE se tornó tenso en los últimos días, con crecientes reclamos de trabajadores y voces de la comunidad que exigían claridad sobre el uso de los recursos públicos y el respeto a la neutralidad institucional en época electoral.

Posibles consecuencias

De acuerdo con versiones extraoficiales, el exgerente habría utilizado grupos de mensajería para convocar a funcionarios del hospital a actos políticos, supuestamente bajo advertencias relacionadas con la continuidad de sus contratos. De confirmarse, tales hechos podrían constituir una falta disciplinaria grave según la legislación que rige a los servidores públicos.

La Procuraduría evaluará las pruebas y testimonios para determinar si hubo o no participación indebida en política por parte del exgerente. Mientras tanto, el hospital La Candelaria continúa afrontando la difícil tarea de garantizar la atención en salud en medio de la crisis administrativa y de recursos.