Con palas, escobas y baldes en mano, los habitantes del barrio Pescaíto, en el norte de Santa Marta, salieron desde las primeras horas de la mañana a remover el lodo y los desechos que dejó la tormenta eléctrica del lunes. Las calles quedaron completamente cubiertas de barro y el agua se metió a varias viviendas, situación que ha generado malestar entre los vecinos, quienes aseguran que viven el mismo problema cada vez que llueve con intensidad.

“Todos los años es la misma historia. Pasan alcaldes y gobernadores, pero nadie soluciona el problema de raíz. Siempre quedamos en lo mismo”, expresó Julio Alberto Restrepo, residente del sector, mientras limpiaba el frente de su casa.

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Otro habitante, identificado como Vladimir Tobinso, señaló que las taranqueras en la zona externa del barrio están generando un represamiento de las aguas lluvias. “Esa es la principal causa de las inundaciones. Ya van muchas veces que se nos mete el agua a las casas y nadie toma medidas. No hacen canaletas ni obras de drenaje”, reclamó.

Los residentes afirman que, aunque las autoridades suelen llegar después de cada emergencia con ayudas temporales, no se ha implementado una solución estructural al problema de alcantarillado ni al mal drenaje de las calles.

El panorama en Pescaíto refleja una situación que se repite en varios sectores del norte y nororiente de la ciudad, donde el aguacero del lunes dejó afectaciones en viviendas y vías. Pese a los esfuerzos de la comunidad por limpiar y proteger sus hogares, temen que las próximas lluvias anunciadas por el Ideam agraven aún más las condiciones del barrio.

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