Ricardo González Castro habría renunciado al puesto de perros calientes por temor a ser identificado.
El cuarto implicado sería Ricardo González. Un hombre oriundo de Cartagena de 22 años y quien trabajaría en San Victorino vendiendo perros calientes.
Según estableció W Radio, González se habría acercado al puesto de comida rápida, donde trabajo en el sector de San Victorino, y le habría contado a su jefe sobre un altercado que tuvo la noche anterior, con otra persona que estaba en una fiesta donde se habrían ido a los golpes.
Con el pasar de las horas y la trascendencia de la muerte de Jaime Esteban, González le habría renunciado a su jefe argumentando que estaba muy asustado por lo que su jefe le habría dado 100.000 pesos por los servicios prestados y advierte que hasta el momento de esta publicación no sabía del paradero de Ricardo.
El jefe de González Castro confirmó a W Radio que el padre del presunto implicado le pidió que, si tenía algún tipo de comunicación con el joven, le dijera que se entregara a las autoridades.
González es oriundo de Cartagena es bachiller y técnico en carpintería y en varias ocasiones también había trabajado como guarda de seguridad.