Un recorrido de EL INFORMADOR Santa Marta por centros comerciales y el Centro Histórico evidenció que la motivación principal de los samarios para salir de compras en esta temporada sigue siendo la familia, la tradición de estrenar en Año Nuevo y la unión alrededor de la cena navideña.
En el marco de la temporada decembrina, EL INFORMADOR Santa Marta realizó un recorrido por distintos centros comerciales y zonas concurridas de la ciudad para conocer de primera mano qué compran los ciudadanos durante el cierre de año y qué los motiva a salir a consumir en estas fechas.
Las respuestas coincidieron en un mismo punto: la familia sigue siendo el principal motor de las compras de fin de año. Para muchos, especialmente quienes vienen de zonas rurales o veredas cercanas, diciembre representa la oportunidad de brindarles a sus hijos ropa nueva y cumplir con la tradición de estrenar en Año Nuevo.
Una de las personas consultadas explicó que cuando los hijos son pequeños, la mayor motivación es poder darles “algo bonito”, vestirlos bien y garantizar que tengan lo necesario para comenzar el nuevo año. Con el paso del tiempo, esa dinámica cambia y son los hijos quienes invitan a sus padres a salir de compras, convirtiendo esta temporada en un espacio de reencuentro familiar.
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Estrenar sigue siendo una tradición vigente
La ropa continúa encabezando la lista de productos más comprados durante esta época. Calzado, prendas nuevas e incluso ropa interior hacen parte de los artículos infaltables para recibir el Año Nuevo, una costumbre que sigue muy arraigada entre los samarios.
Algunos ciudadanos señalaron que estrenar simboliza comenzar el año “bien”, con buena energía y esperanza, una creencia que se mantiene vigente pese a los cambios económicos. Para otros, además de la ropa, las compras también incluyen artículos para el hogar, como colchones y elementos necesarios para mejorar la comodidad familiar.

La cena, un ritual que no se negocia
Más allá de las compras materiales, la cena de Navidad y de Año Nuevo continúa siendo un ritual inamovible en los hogares samarios. Varias personas coincidieron en que puede faltar la ropa, pero nunca la cena del 24 y del 31 de diciembre.
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Platos tradicionales como el sancocho, las comidas caseras y los encuentros alrededor de la mesa siguen siendo el centro de las celebraciones. Para muchos, estos espacios representan mucho más que una festividad: son momentos de unión, diálogo y reencuentro, especialmente en familias donde el trabajo limita el tiempo compartido durante el año.
Un cierre de año marcado por la unión
Más allá del consumo, los testimonios recogidos reflejan que diciembre es visto como una oportunidad para fortalecer los lazos familiares. Los ciudadanos destacaron que no debería esperarse únicamente una fecha especial para compartir, sino aprovechar cada momento posible para reunirse y valorar a los seres queridos “en vida”.
Así, el cierre de año en Santa Marta no solo se vive entre vitrinas y centros comerciales, sino también desde el significado profundo de la familia, las tradiciones y la esperanza de comenzar un nuevo año con bienestar y unión.