En medio de su intervención durante la III Cumbre Social de los Pueblos de América Latina y el Caribe, realizada este sábado en el Polideportivo Sur, el presidente Gustavo Petro hizo un llamado a los pueblos de la región a repensar los modelos de integración y avanzar hacia una nueva confederación latinoamericana inspirada en el ideal histórico de la Gran Colombia.
El mandatario evocó la historia común del Caribe y las luchas por la independencia como símbolo de resistencia frente a las agresiones extranjeras y a lo que denominó “el poder de la codicia global”. “Nos enseñaron la gente en Haití, a través de las manos negras que se liberaron, hicieron la primera bandera del Caribe, amarilla, azul y roja, que terminó siendo la bandera de la Gran Colombia, que nunca debió perderse y que sigue en el corazón a pesar de las divisiones”, expresó el jefe de Estado.
Petro planteó que la respuesta a los actos de violencia y dominación en la región, como los recientes ataques con misiles en el Caribe que —según denunció— han cobrado la vida de pescadores humildes, no puede limitarse a la condena diplomática, sino que debe traducirse en un proyecto político común. “La respuesta que merecería un acto tan déspota, arbitrario y grosero contra pueblos latinoamericanos debería ser nuestra propia unión”, afirmó.
El presidente propuso la creación de “comités constituyentes” entre los países que formaron la antigua Gran Colombia, Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá, para explorar la posibilidad de un mandato popular que impulse una confederación regional. “¿Por qué esperar si un presidente quiere o no? Si el poder constituyente es el poder del pueblo, ¿por qué no decimos que se puede reformar las constituciones de uno y otro país para crear una confederación?”, preguntó.
En un tono más reflexivo, Petro señaló que el modelo de Estado-nación, nacido al calor del capitalismo, atraviesa una crisis global de legitimidad, evidenciada según el en la incapacidad de las potencias y organismos multilaterales para frenar guerras o genocidios. “No será que estamos ante una crisis de las Naciones Unidas, incapaces de detener un genocidio, y que debemos pasar a otra etapa donde se junte la humanidad misma y actúe como un solo cuerpo capaz de plantar la bandera de la vida”, sostuvo.
Con su llamado, el mandatario reavivó el ideal bolivariano de unidad latinoamericana y caribeña, situando a Colombia como promotora de una integración basada en la justicia social, la soberanía y la defensa de la vida.