Ubicado en la Avenida del Libertador (calle 14) número 11-38, en pleno corazón de Santa Marta, el edificio que por décadas albergó al Colegio La Industrial es una de las construcciones educativas más emblemáticas de la ciudad. Aunque muchos lo recuerdan como sede del Instituto Técnico Industrial, sus orígenes se remontan a principios del siglo XX, cuando fue concebido como espacio para la Escuela Normal de Señoritas María Auxiliadora y más adelante, como sede de la Escuela de Artes y Oficios.
Por su valor histórico y arquitectónico, esta edificación fue declarada Bien de Interés Cultural de la Nación mediante el Decreto 1929 del 24 de septiembre de 1993.
Diseño y construcción
El diseño del edificio fue encargado al arquitecto italiano Carlos Luppi en el año 1912, por solicitud del Departamento del Magdalena y con recursos provenientes del gobierno nacional. Su propuesta arquitectónica se caracteriza por un estilo republicano sobrio, elegante y funcional, típico de las edificaciones educativas de la época, con amplios corredores, techos altos y ventilación cruzada, ideales para el clima cálido de la región.
De la educación femenina a la formación técnica
La Escuela Normal de Señoritas María Auxiliadora fue la primera institución en ocupar el edificio. Funcionó allí hasta 1953, cuando fue trasladada a su sede definitiva en el sector de La Coquera, actual barrio El Pradito. Posteriormente, el inmueble fue adaptado para albergar a la Escuela de Artes y Oficios, dando paso a lo que luego sería conocido como el Colegio de La Industrial, institución que formó durante décadas a cientos de técnicos y bachilleres en áreas clave para el desarrollo regional.
Inversión gubernamental
La culminación de la construcción contó con el respaldo del gobierno nacional. En 1947, bajo la presidencia de Mariano Ospina Pérez, se destinó una partida de $8.816,85 pesos, según el Decreto 1159 de ese año, con cargo al artículo 2169 del presupuesto nacional, bajo la denominación de Zona de Edificios Nacionales del Magdalena. Esta inversión permitió finalizar las obras pendientes y adecuar la planta física para el desarrollo de programas educativos.