La Sala de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) acreditó como víctimas a los familiares de las 13 personas asesinadas el 5 de octubre de 1993 en el municipio de Riofrío, Valle del Cauca.
De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los crímenes fueron perpetrados por miembros de grupos paramilitares que actuaron en coordinación con el Ejército, quienes encubrieron los hechos.
La decisión fue tomada en el marco del Caso 03, que investiga las desapariciones forzadas y los asesinatos presentados como bajas en combate, conocidos como «falsos positivos», cometidos por agentes del Estado.
Los 13 civiles asesinados en Riofrío, entre ellos mujeres y hombres de diversas edades, fueron falsamente reportados como miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) por parte de las autoridades militares, según documentos y testimonios recopilados por organizaciones de víctimas.
La acreditación de los familiares como víctimas fue solicitada por estos mismos, quienes buscan el reconocimiento de los hechos ocurridos y la reparación por los daños causados.
La CIDH concluyó que el Estado colombiano es responsable de la violación del derecho a la vida de las 13 víctimas, y de los sufrimientos causados a sus familiares. La CIDH destacó que los asesinatos fueron una clara violación del artículo 4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, lo que refuerza la tesis de la coordinación entre los paramilitares y el Ejército para perpetrar estos crímenes.
La JEP, en cumplimiento del principio de centralidad de las víctimas, reiteró la importancia de seguir avanzando en el esclarecimiento de los crímenes cometidos por el Estado en el Valle del Cauca e hizo un llamado a la sociedad colombiana a no olvidar los hechos de violencia que han marcado la historia del país.
Además, subrayó que la memoria, la verdad y la reparación son fundamentales para la reconstrucción del tejido social y la reconciliación.
BOGOTÁ, (Colprensa).