El fútbol de nuestra tierra siempre nos da de qué hablar. Cuando una figura se va a Europa, ya estamos buscando con ansias al ‘pela’o que va a tomar su lugar. Más bien, parece que el destino del jugador colombiano es brillar rápido para volar lejos.
De hecho, la Liga BetPlay se ha convertido en una vitrina acelerada. Vemos cómo talentos como Jordan Barrera, ahora en Botafogo, o Elan Ricardo, que pasó por Turquía y ahora está en Brasil, apenas nos duran un suspiro. El interés es tal que el hincha ya no solo busca su camiseta, sino hasta el mejor código stake para apostarle a su próximo gol.
Su partida, aunque nos deja un sinsabor, abre la puerta para que otros muchachos asuman la responsabilidad. Por lo tanto, el ciclo de renovación nunca para y la cantera colombiana demuestra una vez más por qué es una de las más respetadas del continente.
El ancla del mediocampo que ilusiona a Cali
En el corazón del América de Cali hay un muchacho que juega con la seriedad de un veterano. Josen Escobar, con apenas 20 años, se ha adueñado del mediocampo. Es el ‘5’ clásico, ese jugador que todo equipo necesita para tener equilibrio. Su principal labor es quitar la pelota y entregarla con criterio.
Además, su valor en el mercado, que ya alcanza el millón y medio de euros, lo confirma como la joya más preciada que todavía juega en nuestros estadios. Durante 2025, ha sido pieza fija en su club, sumando minutos importantes incluso en la Copa Sudamericana.
Su consolidación es total, demostrando que está listo para mayores retos. Sobre todo, su presencia en la Selección Colombia Sub-23 le da ese roce internacional que tanto gusta en el exterior.
La muralla verdolaga que se pule en Medellín
Desde la cantera de Atlético Nacional siempre surgen defensores con estampa. Ahora, el nombre que resuena es el de Simón García. Con su 1,86 de estatura, impone respeto en el área. A pesar de su juventud, ya sabe lo que es ser campeón con el equipo verde, acumulando títulos de Liga y Copa.
Su proceso ha sido constante, ganándose un lugar en el primer equipo a punta de trabajo. Aún así, su valor de mercado de 250 mil euros parece bajo para lo que muestra en la cancha. García es un fijo en la Selección Colombia Sub-20, lo que demuestra su proyección.
Claro está, esa experiencia con la camiseta amarilla le da una madurez distinta. Su fortaleza física y su capacidad para el juego aéreo son sus mejores cartas de presentación.
El elegido de los que saben de fútbol
Hay jugadores que no necesitan muchos partidos para que el mundo note su talento. Juan José Arias, también de Atlético Nacional, es uno de ellos. Quizás no tiene tantos minutos como otros, pero su nombre ya cruzó el charco.
El observatorio de fútbol CIES, una entidad muy respetada, lo incluyó en su lista de los mejores futbolistas Sub-21 del planeta. Ese reconocimiento es una medalla que vale más que cualquier cifra. Es la validación de los expertos, quienes ven en él un potencial enorme.
Arias es un central con una técnica y una lectura de juego que no son comunes a su edad. Tenerlo junto a Simón García le plantea un reto interesante a Nacional, que debe gestionar con sabiduría a sus dos promesas defensivas.
¿Qué les falta para el gran salto?
El camino al estrellato está lleno de obstáculos. Estos muchachos, a pesar de su talento, deben cuidar ciertos aspectos para no quedarse en el intento.
El futuro del fútbol colombiano parece estar en buenas manos, o más bien, en buenos pies. La capacidad de nuestros clubes para formar jugadores de primer nivel sigue intacta. Estos tres jóvenes son solo la punta del iceberg de una generación que viene pidiendo pista.
El reto para el fútbol nacional será encontrar la manera de disfrutarlos un poco más antes de que, inevitablemente, emprendan su viaje a otras ligas. Mientras tanto, nos queda el orgullo de verlos crecer y la esperanza de que lleven el nombre de Colombia a lo más alto.