Desafiando todos los pronósticos, Marruecos entró este domingo en la historia de los Mundiales Sub-20 al conquistar su primer título con una victoria 2-0 sobre la favorita Argentina en la final de Chile 2025, un logro que refleja el crecimiento del fútbol de ese país africano.
El atacante Yassir Zabiri, con un doblete a los 12 y 29 minutos, se encargó de los goles en el Estadio Nacional de Santiago, ante 43.253 espectadores, la mayoría volcados a apoyar a Marruecos, debutante en una instancia decisiva juvenil y la gran revelación del torneo.
Con este título, Marruecos se convirtió en el segundo país africano en un conquistar un Mundial Sub-20, un honor que hasta ahora solo poseía Ghana, campeón en 2009 en Egipto.
Argentina, presente en 18 de las 24 ediciones de la Copa Mundial Sub-20 y la selección más ganadora con seis títulos, no conquista el torneo desde 2007 en Canadá, haciendo aún más histórica la hazaña de los marroquíes.
– Velocidad letal –
El técnico marroquí, Mohamed Ouahbi, había advertido un día antes de la final que «nadie es invencible», y ese mensaje lo aplicaron a la perfección sus jóvenes Leones del Atlas a lo largo de todo el torneo.
Por eso no sorprendieron las victorias ante España (2-0) y Brasil (2-1) en la primera fase, ni que Marruecos terminara primero en el llamado grupo de la muerte.
Luego se llevaron por delante a Corea del Sur (2-1) en octavos, Estados Unidos (3-1) en cuartos y Francia (5-4 en definición por penales; 1-1 en 120 minutos) en semifinales.
Y en la final, un Marruecos convencido de su capacidad no hizo más que continuar sorprendiendo al mundo con una victoria contundente sobre la favorita Albiceleste, que llegaba invicta al partido cumbre.
Apelando a su mejor arma, la velocidad en ataque, el combinado africano explotó las bandas de Argentina y la tomó mal parada cada vez que quiso.
En esa táctica de espera y salida rápida brillaron el goleador Zabiri, con un tiro libre al ángulo a los 12 minutos y un remate de zurda en el área chica a los 29 tras un desborde de Othmane Maamma, el otro dolor de cabeza para Argentina, un verdadero cohete por la derecha que desbordó sin cesar a la defensa rival.
En apenas media hora, Argentina ya perdía 2-0, una abultada diferencia que sorprendió a todos.
Aunque mantuvo la posesión, la Albiceleste de Diego Placente careció de la claridad de otros partidos y sus ataques en la primera mitad generaron solo riesgos aislados frente al arco de Ibrahim Gomes.
– ¿Un nuevo orden en el fútbol?
Ni los ingresos del delantero Mateo Silvetti a la media hora de juego ni de Ian Subiabre a los 62, sustituyendo a Alejo Sarco, fueron suficientes para que Argentina lograra revertir la situación inicial.
Argentina en el segundo tiempo continuó trasladando la pelota de lado a lado, pero sin encontrar una fisura en el compacto bloque defensivo marroquí.
Con dos líneas de cuatro perfectamente ordenadas, Marruecos logró proteger su arco y desactivar casi todos los intentos de ataque.
Gianluca Prestianni, la figura argentina en las semifinales ante Colombia, era quien más intentaba desequilibrar a pura gambeta por la izquierda, mientras Maher Carrizo se fue diluyendo con el paso de los minutos, incapaz de generar espacios ante la intensa presión y el sólido bloque marroquí.
Coanfitrión del Mundial 2030 junto a España y Portugal, Marruecos se ha mantenido en los reflectores desde su cuarto puesto en Catar 2022. Dos años después de esa gesta, el equipo Sub-23 masculino se colgó el bronce olímpico en París.
Y ahora la generación Sub-20, con el título en Chile, confirma el crecimiento sostenido del fútbol marroquí.
Santiago, Chile | AFP |