Santa Marta:14 suicidios en el 2025
En lo que va del año, la capital del Magdalena ha registrado 14 muertes por suicidio, una cifra que la deja a solo un caso de igualar el total reportado durante todo el 2024, cuando se contabilizaron 15 fallecimientos.
El panorama en la capital del Magdalena refleja una problemática que trasciende las estadísticas. Cada número corresponde a una historia de vida interrumpida, dejando un impacto profundo en familiares, amigos y comunidades.
Expertos en salud mental señalan que detrás de cada caso confluyen factores como depresión, ansiedad, dificultades económicas, rupturas sentimentales, consumo de sustancias psicoactivas y, con creciente frecuencia, el aislamiento social. La Organización Mundial de la Salud ha insistido en que hablar del tema de manera responsable, detectar señales de alerta y buscar ayuda profesional son pasos esenciales para prevenir estas tragedias.
CIFRAS EN PRIMER SEMESTRE
Datos del primer trimestre del presente año recopilados por la organización Pro Santa Marta Vital con base en cifras de Medicina Legal, revelan que en ese periodo se presentaron seis casos de intento de suicidio.
En ese sentido, el 83% correspondió a hombres (cinco casos) y el 17% a mujeres (un caso), lo que confirma una mayor vulnerabilidad en la población masculina. El mismo informe advierte sobre otra problemática paralela: la violencia letal. Durante los tres primeros meses del año, la ciudad registró 42 homicidios, de los cuales el 93% de las víctimas fueron hombres (39 casos) y el 7% mujeres (3 casos).
RECOMENDACIONES
Ante este panorama, la administración distrital ha reforzado las líneas de atención y orientación psicológica. En Santa Marta, quienes se encuentren en riesgo o identifiquen señales de alerta en alguien cercano pueden comunicarse a la Línea 106, al número de emergencias 123 de la Policía Nacional o acudir a hospitales y centros de salud que ofrezcan servicio de psicología y psiquiatría.
Organizaciones como Pro Santa Marta Vital insisten en que las estrategias institucionales deben ir más allá de la atención en crisis, proponiendo programas integrales que incluyan acompañamiento comunitario, fortalecimiento de redes de apoyo y campañas educativas para reducir los estigmas asociados a la salud mental
Los especialistas recomiendan prestar atención a cambios repentinos en el comportamiento, expresiones de desesperanza, aislamiento social o pérdida de interés por actividades cotidianas, ya que estos pueden ser indicios de riesgo. Detectar a tiempo estas señales y actuar con empatía puede salvar vidas.
La problemática requiere un trabajo articulado entre autoridades, sector salud, comunidad, con un enfoque de responsabilidad y prevención. Hablar del suicidio no debe ser un tabú, sino una oportunidad para crear entornos seguros y solidarios.
En Santa Marta, romper el silencio, escuchar sin juzgar y facilitar el acceso a la atención profesional son acciones clave para frenar una tendencia que, de continuar, podría cerrar el año con cifras más altas que las de 2024, profundizando el impacto social y emocional en la ciudad.