La llegada de Jannenson Sarmiento, uno de los volantes creativos más destacados del Fútbol Profesional Colombiano, quedó en suspenso por un inconveniente totalmente ajeno a lo deportivo. / COLPRENSA
Cuando todo parecía encaminado para un anuncio oficial, Junior de Barranquilla se vio obligado a frenar una negociación que estaba prácticamente cerrada. La llegada de Jannenson Sarmiento, uno de los volantes creativos más destacados del Fútbol Profesional Colombiano, quedó en suspenso por un inconveniente totalmente ajeno a lo deportivo.
El acuerdo entre Junior y Unión Magdalena contemplaba la compra del 80 % de los derechos deportivos del mediocampista. Incluso, el jugador ya se preparaba para viajar a Barranquilla y cumplir con los exámenes médicos de rigor. Sin embargo, un conflicto contractual de última hora cambió por completo el panorama.
El principal escollo surgió por la relación entre Sarmiento y su representante, Alejandro Comesaña. Aunque este venía manejando su carrera, el futbolista habría decidido romper ese vínculo hace más de un mes y comunicó formalmente que no deseaba que el empresario interviniera en futuras negociaciones. Esta situación ya era conocida por Unión Magdalena y el entorno del jugador.
No obstante, cuando el fichaje estaba a punto de concretarse, Comesaña se contactó con la dirigencia de Junior asegurando que aún contaba con documentos legales que lo acreditan como apoderado del jugador. Desde esa postura, exigió el pago de la comisión correspondiente y advirtió posibles acciones legales si se concretaba la operación sin su participación.
Ante este escenario, Junior optó por congelar la negociación para evitar un conflicto jurídico que pudiera traer consecuencias a futuro. Así lo informó el periodista Felipe Sierra, quien señaló que el negocio permanece detenido mientras se revisa la situación legal.
Más allá del freno, en el club rojiblanco no descartan retomar la operación. Sarmiento es considerado una pieza clave pensando en el proyecto 2026 y la participación en la Copa Libertadores. / COLPRENSA