La ciudad enfrenta una preocupante situación en materia de movilidad y seguridad vial: actualmente no existen restricciones para la circulación de motocicletas ni motocarros, luego de que venciera el decreto que regulaba su tránsito desde septiembre del año pasado.
Así lo indicó a EL INFORMADOR Jorge Guerra, perito en tránsito y docente catedrático, quien alertó que Santa Marta no cuenta con normativas vigentes que limiten la circulación de estos vehículos, ni siquiera en zonas históricamente reguladas como el Centro Histórico o la carrera quinta. Tampoco hay restricción de parrillero hombre, horarios nocturnos o estacionamientos delimitados para motos.
Guerra precisó que hoy la única medida en pie es la que impide el tránsito de vehículos particulares excepto taxis y buses colectivos por la Avenida Campo, entre la calle 22 y la Avenida del Ferrocarril.

A pesar del crecimiento poblacional, con más de 600 mil habitantes, la ciudad solo cuenta con 27 agentes de tránsito, número muy por debajo del mínimo requerido de 120. Esto ha impedido ejercer un control efectivo sobre infractores, lo que ha generado un alto grado de desorden vial.
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“Las infracciones están por todos lados, no solo por parte de motociclistas, sino también de otros vehículos. Lo que hay es una falta de autoridad”, dijo Guerra.
Sobre el funcionamiento de las cámaras de foto multas, indicó que solo cuatro están operativas y se usan principalmente para sancionar faltas como no portar casco, no usar prendas reflectivas, invadir zonas peatonales, cruzar semáforos en rojo y circular sin SOAT ni revisión técnico-mecánica.
Respecto al “pico y placa”, Guerra aclaró que no se está aplicando actualmente vía cámaras debido al riesgo de colapso jurídico por múltiples excepciones no registradas en el sistema.
El experto hizo un llamado a las autoridades para actualizar la normatividad, fortalecer el cuerpo de agentes y tomar acciones urgentes ante el crecimiento desbordado de motocicletas en Santa Marta, que hoy circulan prácticamente sin ningún tipo de regulación.