El 24 de diciembre transforma a Santa Marta. Las calles se llenan de movimiento, las familias ultiman detalles para la cena y la ciudad respira un ambiente marcado por la ilusión, la fe y la expectativa de una noche especial. En medio del calor caribeño y el espíritu navideño, samarios y visitantes comparten un mismo sentimiento: la esperanza de recibir algo que vaya más allá de lo material.
En este contexto, EL INFORMADOR salió hoy a las calles para escuchar las voces de la gente. Desde el sector de El Rodadero, se realizó un recorrido para preguntarles a residentes y turistas cuál sería su regalo ideal en esta Navidad. Las respuestas reflejaron realidades distintas, pero un mismo deseo de bienestar.
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Algunos hablaron de regalos sencillos, otros de sueños pendientes, mientras que muchos coincidieron en que el mejor obsequio es la salud, el trabajo y la unión familiar. Para varios entrevistados, poder compartir con sus seres queridos y terminar el año en paz es el verdadero regalo de esta fecha.
El ejercicio dejó ver que, más allá de lo comercial, la Navidad sigue siendo un momento para reflexionar, agradecer y valorar lo esencial. Santa Marta, una vez más, demuestra que su mayor riqueza está en su gente y en las historias que se cruzan en cada esquina durante estas fechas.
